¿Cómo era el Sahara hace diez mil años?
El desierto más grande del mundo fue alguna vez una región de sabanas y vegetación frondosa, grandes lagos, muchas lluvias y el lugar elegido por cazadores y recolectores. ¿Qué pasó con el “Sahara verde”?
¿Cómo era el desierto del Sahara hace 10 mil años? Aunque parezca mentira, el desierto más grande del mundo fue alguna vez una región de sabanas y vegetación frondosa, grandes lagos, muchas lluvias y el lugar elegido por cazadores y recolectores. ¿Qué pasó con el “Sahara verde”?
El Sahara tiene una tasa de precipitaciones de entre 35 y 100 milímetros por año. Es la región más árida, calurosa e inhóspita del planeta. Aunque no siempre fue así. En diálogo con BBCMundo, el profesor del Departamento de Ciencias Atmosféricas, Planetarias y de la Tierra del Massachusetts Insititute of Technology (MIT) de EE.UU, David McGee, aseguró:"La evidencia fósil y de polen es bastante clara", y comparó la vegetación del Sahara verde con la del actual Serengueti, en Tanzania.
"El Sahara tuvo cuerpos permanentes de agua, sabanas, praderas y hasta algunos bosques", sostuvo el experto en paleoclimatología y agregó: "Se han encontrado fósiles de grandes animales que hoy ya no se ven en vida en el Sahara. Cocodrilos, elefantes, hipopótamos". También hay evidencia de asentamientos humanos antiguos que también dejaron evidencia de una amplia fauna, afirmó.
"Vemos arte rupestre que representan jirafas en medio del Sahara. Ahí también encontramos anzuelos antiguos, sugiriendo un estilo de vida profundamente diferente de cómo se viviría actualmente en esa parte del desierto", dijo Mc Gee.
Aunque no resulta fácil determinar cuán extensa era la región, el paleoclimatólogo de MIT estima que se extendió hasta lo que hoy es Libia central, Argelia central y Egipto central.
Pero ¿qué hizo que una tierra fértil se convierta en desierto? Las respuestas son varias y aún hoy es un tema que genera polémica y enfrentamientos entre la comunidad científica.
Muchos investigadores concuerdan en que el cambio sucedió hace unos cinco mil años y que fue producto de un fenómeno cíclico de mayor a menor insolación. Según los expertos, es algo que sucede más o menos cada 20.000 años, y que se relaciona con cambios en la órbita de la Tierra. Lo que sigue siendo una incógnita es el tiempo que demoró la transformación. Una de las teorías sostiene que el Sahara pasó de ser verde a un desierto en cuestión de pocos siglos, lo que lo convertiría en uno de los cambios climáticos más dramáticos que se tenga constancia.
Otra investigación, publicada en mayo de 2008, estima que la región se convirtió en el desierto más hostil del planeta hace 2.700 años y que la transición fue paulatina. El equipo internacional responsable del estudio, liderado por el doctor Stefan Kröpelin, de la Universidad de Colonia, en Alemania, tomó muestras de sedimento del lago Yoa, en el norte de Chad y con esos datos construyeron una historia geológica que sugiere un proceso gradual de desertización que "continúa hasta el día de hoy". Este trabajo estimó que los seres humanos abandonaron el área mucho antes, a medida que cambiaba el clima.
Una publicación muy reciente, publicada en marzo de 2017, sostiene que los seres humanos jugaron un papel activo en la creación de las condiciones áridas que se encuentran hoy en el Sahara. El estudio publicado por el arqueólogo David Wright de la Universidad nacional de Seúl asegura que hay evidencia arqueológica que documenta que la primera aparición de pastoreo en la zona tuvo efectos devastadores sobre la ecología de la región. Según Wright, a medida que la vegetación era suplantada por matorrales para el ganado y los rebaños, las condiciones atmosféricas sufrieron modificaciones que llevaron a una reducción en la frecuencia de lluvias monzones.
Sin embargo, son muchos los expertos que creen que los ejemplos esgrimidos en el estudio no están lo suficientemente fundamentados. "Si bien hay un consenso que el crecimiento intenso del ganado que pasta puede ser perjudicial para la variedad de plantas, el pasteo ligero y moderado puede tener resultados positivos", manifestó el doctor Francesco Pausata, climatólogo del Departamento de Meteorología de la Universidad de Estocolmo. A su vez, el profesor McGee reconoció que los humanos pudieron haber influido en la desertización, aunque no de manera definitoria.
Lo llamativo es que el período del “Sahara verde” no sólo ocurrió entre hace cinco mil a diez mil años sino que también tuvo lugar hace unos 125.000 años y no hay evidencia de interferencia humana en la transición de húmedo a árido. Si se comprueba que el fenómeno es cíclico se podría suponer que el Sahara vuelva a ser una sabana otra vez, aunque esta vez la actividad humana del mundo moderno sí tendría que ser tomada en cuenta, afirmó Francesco Pausata.
"En unos miles de años, el ciclo se repetirá. El problema ahora son las fuerzas antropogénicas. La influencia humana será un efecto más, fuera de la variación natural, que podría cambiar el equilibrio en el futuro del planeta, no solo en el Sahara", concluyó.
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