Creyeron que estaba borracho y lo detuvieron: había sufrido un ACV

Sucedió en Tucumán. El hombre, de 56 años, chocó y fue arrestado. Familiares denunciaron que estuvo cuatro horas en una comisaría y nunca le hicieron el test de alcoholemia. Está internado.

Un hombre de 56 años chocó con su auto, los policías creyeron que estaba borracho y lo arrestaron: había sufrido un ACV. Sucedió en San Miguel de Tucumán.  Familiares denunciaron que estuvo 4 horas en la comisaría 3.ª y que nunca le hicieron el test de alcoholemia. Está internado.

El domingo 20 de agosto, Julio Daniel Pérez volvía de la casa de su mamá —lugar al que iba cada semana a cortar el pasto y a realizar tareas domésticas— y, al llegar a la Plazoleta Dorrego, perdió el control de su Fiat 147 y chocó contra otro auto. Fue ahí que empezó a sentirse mal.

Sin embargo, intercambió los documentos de rigor con el conductor del otro vehículo y continuó su marcha. A las pocas cuadras volvió a protagonizar otro choque. Esta vez, intervinieron agentes de seguridad vial provincial. Los oficiales vieron que el hombre decía incoherencias y no podía mantenerse en pie, por lo que pensaron que estaba borracho. Así que, sin pensarlo dos veces, decidieron arrestarlo y trasladarlo a la comisaría.

"Cuando abrieron la puerta del auto, mi papá cayó al piso. No podía moverse bien, caminaba con dificultad y le costaba hablar. Entonces, los agentes creyeron que mi papá estaba borracho y lo llevaron a la Comisaría 3.ª, donde le labraron una contravención", dijo a Clarín Federico Pérez, hijo de Julio.

La familia denunció que, en ese momento, el hombre estaba sufriendo un accidente cerebro vascular, que le había afectado toda una mitad del cerebro. "No podía coordinar los pies ni moverse ni hablar", agregó el joven.

"En la comisaría lo tuvieron como cuatro o cinco horas. Cuando fue a buscarlo mi hermano, lo encontró en un pésimo estado. Los policías, en lugar de ayudarlo, se burlaban de él. Decían que hacía teatro para zafar de la situación", aseguró.

"Como era tarde y no llega a casa, empezamos a llamarlo al celular. A las 11 de la noche nos contestó un policía de esa comisaría y nos contó la situación. Entonces lo fuimos a buscar", dijo, y contó, también, que el arresto se produjo a las seis de la tarde.

Cuando llegaron a su casa, Julio ya no podía caminar solo y hablaba incoherencias. Pensaron que era por el estrés que había vivido, por lo que solo le administraron una pastilla que toma dos veces por día por un problema de hipertensión.

"Cuando lo vimos estaba muy mal. Pero no tenía olor a alcohol", precisó Federico. El joven dijo al matutino que tres horas después de llegar a su casa, su papá le había manifestado que se sentía muy mal.

"Lo llevamos al hospital de urgencia. Y ahí los médicos nos dijeron que había sufrido un ACV isquémico",  agregó Alicia Benegas de Pérez, esposa de Julio.

Julio todavía permanece internado en el Hospital Padilla de la capital tucumana. Estuvo  una semana en terapia intensiva, pero ahora lo pasaron a una sala común. "No puede mover el lado izquierdo de su cuerpo. Habla con dificultad y no se acuerda de nada de lo que pasó. A veces está perdido y no sabe qué día es. Todavía no sabemos qué secuelas va a tener", destacó Alicia.

Debido a que consideran que hubo irregularidades de la detención, la familia presentó una denuncia contra los dos agentes viales que lo detuvieron y otra contra la Comisaría 3.ª, donde Julio estuvo detenido.

"No le hicieron el test de alcoholemia, no llamaron a una ambulancia, no hicieron nada. Lo tenían ahí tirado en un silla, él les decía que se sentía mal y ellos no le crían y se burlaban", afirmó Benegas.

"A mí no me interesa ningún tipo de indemnización. Lo importante es que no le pase lo mismo a otras familias", remarcó Federico.

La denuncia recayó en la fiscalía de Claudio Bonari.

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