Crisis en la industria textil: Puma despidió otros 140 empleados

La marca deportiva cerró tres de las cuatro plantas que tiene en La Rioja. Los gremios denuncian que 5.000 trabajadores del sectores perdieron sus puestos en un año. Piden importaciones controladas.

Mientras el consumo continúa a la baja y hay una mayor apertura para las importaciones, la crisis de la industria textil continua profundizándose. Ayer, la famosa marca deportiva Puma anunció el despido de 140 trabajadores de tres de las cuatro fábricas de calzado que la firma tiene en La Rioja. Según denuncian desde los gremios, alrededor de 5.000 trabajadores del sector perdieron sus puestos de trabajo en un año.

“Con este horizonte no sabemos ni dónde estamos parados”, lamentó el secretario general del Sindicato Único de la Industria del Calzado (UTICRA), Agustín Amicone, quien señaló que los despidos en Puma se dieron en las plantas ubicadas en las localidades de Sanagasta (70 empleados), Chilecito (40) y en ciudad capital de La Rioja (30).

En diálogo con Clarín, aseguró que durante los 15 meses de gobierno de Mauricio Macri el sector calzado perdió 5.000 puestos de trabajo, lo que representa “más del 30% de lo que empleaba en diciembre de 2015”. Puma, por ejemplo, desde octubre de 2016 redujo el personal en casi un 50%.

Amicone contó que enviará una carta al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para informarle sobre la grave situación sector, que “se profundiza día tras días ahondándose los despidos”. Según explicó, tuvieron una reunión junto a los ceramistas, textiles y la UOM con ese funcionario y el titular de la cartera de Producción, Francisco Cabrera, en la que el Gobierno se comprometió a una reactivación económica a mediano plazo.

Sin embargo, la situación parece cada vez más grave. El Gobierno ofreció “Repro”, para que el Estado pague parte de los salarios de las empresas en crisis, pero según denunciaron desde el gremio, “el 99% de los empresarios los rechaza porque no pueden sostener la empresa con tanta caída del consumo”.

Por otro lado, pidieron que se implementen “importaciones inteligentes” y no una apertura “indiscriminada”. “En la industria hay 5.000 trabajadores que ensamblan las piezas de los calzados importados y es por eso que no pedimos cerrar la importación sino que se administre inteligentemente”, sostuvo Amicone.

“El 90% de lo que fabrica en La Rioja es producción nacional. En cambio, sus competidoras (en el mercado nacional) solo ensamblan, es decir, todos los insumos que utilizan son importados, en especial de países asiáticos”, indicó en declaraciones a radio Del Plata.

“En consecuencia, el costo de Puma es más alto y queda en desventaja para competir”, agregó, y añadió: “Si a ésto le agregamos que las importaciones totales de calzado aumentaron 34% interanual y hay, a la vez, una gran restricción de compras, el combo es altamente explosivo”.

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