Economía: tibia reactivación pero sin mejora sostenida

Algunos indicadores de la actividad económica, el empleo y el consumo muestran recuperación respecto del 2016, sin embargo todavía no logran consolidar una tendencia positiva.

Un informe del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala advierte sobre el estancamiento de la actividad económica, la pérdida de empleos netos y la caída del salario real.

El nivel de actividad de la economía argentina muestra señales débiles de recuperación: en mayo el Indicador Mensual de Actividad (IMA) creció respecto del año pasado por primera vez desde enero, con un aumento de 0,8% anual y 0,3% mensual.



Según estima el ITE, el nivel de actividad se encontró estancado entre enero y mayo de 2017 a pesar de la recuperación del último trimestre de 2016. Por ejemplo el IMA se encontró en mayo 1,1% por abajo del relevamiento de enero.

Por otro lado, el consumo mantuvo su tendencia negativa, y a pesar de que el indicador de consumo (IMC) creció por primera vez desde diciembre de 2015, cerró el segundo trimestre con una caída de 0,7% trimestral. Estas estimaciones colocaron al consumo por debajo de los niveles de 2016 y 2015 cuando marcaron -0,8% y -4% respectivamente.

Empleo y salarios

Según el relevamiento del ITE, la creación de empleo se estancó en 2017 tras un leve repunte a partir de mediados del año pasado.



El informe consigna: “La caída del empleo registrado fue muy rápida desde fines de 2015 y la recuperación muy modesta. Hasta junio de 2016 se destruyeron 82 mil puestos (-0,2% promedio mensual) y se recuperaron 15 mil (+0,04% promedio mensual) en el resto de los meses de 2016”.

Por lo tanto, en la medida que se compare con 2016, algunas variaciones interanuales del empleo son positivas. Lo cierto es que el nivel de empleo todavía está muy por debajo de 2015 y, al ritmo actual, recién para octubre de 2018 se habrán recuperado los puestos perdidos sin tener en el cálculo el crecimiento natural de la población económicamente activa.

Hacia mayo, y a pesar de las señales de crecimiento, la industria (-6200 puestos) y el resto de los sectores productores de bienes (-6500 puestos) siguieron destruyendo empleo.

“El crecimiento estuvo impulsado por eslabones asociados a la construcción, como minerales no metálicos y siderurgia, que se caracterizan por ser sectores que no traccionan el empleo. En cambio, aquellas actividades más intensivas en mano de obra (como textil, tabaco y edición e impresión) aún se encuentran en recesión”, explica el informe.

Respecto del salario real, durante 2017 se detuvo la recuperación que había tenido a fin del año pasado y en abril volvió a mostrar signos negativos.

A partir de mayo, los nuevos aumentos regulados (prepagas, naftas y peajes principalmente) sumados a las nuevas tarifas de gas en el momento de mayor uso marcaron un nuevo deterioro del consumo que repercutirán en la estimación del salario real en julio.

Diarios Argentinos