El Conicet confirmó que bajará a la mitad el ingreso de investigadores

El directorio del organismo aprobó solo 450 vacantes para este año, el 50% de lo que ofrecía hasta 2015. Barañao prometió reinserción en otras áreas, pero los becarios desconfían de esa medida.

En la primera reunión de 2017, con la presencia del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el directorio del Conicet aprobó -con un solo voto en disidencia de la doctora Dora Barrancos, representante de Ciencias Sociales- 450 vacantes para el ingreso de investigadores para este año, alrededor de la mitad de lo que ofrecía el organismo hasta 2015.

Según informó el diario La Nación, ayer al mediodía el ministro anunció el recorte en el número de investigadores que ingresarán al organismo. Esto había provocado varias jornadas de protesta durante diciembre del año pasado, hasta que el Ministerio acordó una prórroga de las becas de los 498 personas de la Carrera de Investigador Científico y Técnico (CIC) que no fueron seleccionados para ingresar.

Junto al presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto; el secretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, ingeniero Jorge Aguado, y el subsecretario de Coordinación Administrativa, Rodolfo Blasco; Barañao señaló que hasta el 31 de diciembre continuará el “proceso de transición” para resolver la situación de los científicos que no fueron incorporados debido al recorte.

“A los que tienen becas que se vencen el 31 de marzo se les extenderán hasta el 31 de diciembre. A quienes no pertenecen al programa de becas se les otorgarán becas extraordinarias. Son 107; de ellos, ya hablamos con 90, de los cuales 70 aceptaron y 23 las rechazaron. Por último, a los 19 becarios a los que no se les había comunicado que no habían sido recomendados por el directorio se decidió extenderles la beca por dos meses más para que puedan resolver dónde insertarse”, precisó Aguado.

Además, aseguraron que ya se comenzó con las “negociaciones políticas" con otros organismos del sistema científico, como el INTI, el INTA y el Instituto Nacional del Agua, para que puedan incorporar a esos becarios que quedaron afuera del Conicet. También explicaron que el 50% de las becas se asignarán a temas estratégicos y tecnologías, y el otro 50%, a las grandes áreas (ciencias básicas).

Sin embargo, desde las organizaciones de becarios se mostraron en contra del recorte y cuestionaron la solución que prevé el Ministerio. “Por un lado, achicar la planta del Conicet es obstruir el avance de líneas de investigación ya en marcha. Por el otro, es inviable: los demás organismos del sistema no pueden absorber a los becarios. En las universidades nacionales, por ejemplo, se sabe que hay más trabajadores precarizados, en negro, que en la planta estable. Lo mismo pasa en otros ámbitos”, denunció en declaraciones a La Nación Lucila D'Urso, de Jóvenes Científicos Precarizados

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