El Consejo de la Magistratura destituyó al camarista Eduardo Freiler
Lo resolvió por seis votos a favor y uno en contra. Había sido suspendido de su cargo por no poder justificar su patrimonio. “No es un juez probo”, sostuvieron.
Con seis votos a favor y uno en contra, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados del Consejo de la Magistratura resolvió hoy destituir al camarista federal Eduardo Freiler, quien había sido suspendido de su cargo por supuesto enriquecimiento ilegal al no por no poder justificar su patrimonio.
"Freiler no honra el cargo de juez. Freiler no es un juez probo". Esas fueron las palabras con las que el tribunal selló en su resolución final el desplazamiento de Freiler, que esta vez no dijo presente y estuvo representado por su abogado, José María Olivares.
Los seis votos a favor fueron de la jueza Freiler la jueza Inés Cantisani, el juez Armando Márquez, el senador Walter Barrionuevo (PJ-Frente para La Victoria), la senadora Silvia Giacoppo (UCR), el diputado Hugo Marcucci (UCR) y el abogado Raúl Piaggio (con disidencias parciales). La única que lo hizo en contra fue la diputada kirchnerista Diana Conti.
La defensa de Freiler adelantó que apelará la destitución votada en el Consejo de la Magistratura ante la Corte Suprema de Justicia y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, la ley establece que el fallo del jurado de enjuciamiento no es apelable.
El pedido de destitución contra Freiler fue iniciado por los consejeros oficialistas Pablo Tonelli y Miguel Piedecasas, quienes denunciaron un incremento patrimonial injustificado de Freiler superior a los $20 millones. Uno de los mayores puntos de conflicto de su declaración fue la compra de una mansión frente la quinta presidencial de Olivos, la cual no pudo justificar con su ingreso como camarista federal.
Tras varios intentos, el juicio político contra el magistrado llegó luego de una polémica maniobra del oficialismo en el Consejo. Los representantes del PRO aprovecharon la salida forzada del consejero Ruperdo Godoy por no ser abogado y, tras una confusa demora de cuatro horas en la jura de su reemplazante, lograron alcanzar la cifra para el dictamen acusatorio con una votación que se llevó a cabo con un integrante menos.
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