Una convocatoria a elecciones en Cataluña, la alternativa para desactivar el conflicto
Mañana vence el plazo impuesto por el Gobierno nacional para que Carles Puigdemont aclare si proclamó o no la ruptura con España. Mariano Rajoy viaja a Bruselas a buscar apoyos de la Unión Europea.
El Gobierno de Mariano Rajoy señaló este miércoles que no intervendrá Cataluña si el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, convoca a elecciones regionales anticipadas. La convocatoria debería ocurrir mañana, antes de que venza el plazo impuesto por la administración nacional para que el líder catalán aclare si proclamó o no la independencia. Mañana el mandatario español viajará a Bruselas para conseguir el aval de Europa en torno al conflicto separatista.
Fuentes gubernamentales filtraron a la prensa que el Gobierno de España consideraría como una “vuelta a la legalidad” que Puigdemont llame a elecciones autonómicas anticipadas. Sería, entienden en La Moncloa, una salida elegante al laberinto en el que se encuentra el país ibérico. Caso contrario, de persistir la vocación secesionista, Rajoy activará a partir de mañana el tan mentado artículo 155 de la Constitución, que habilita a la administración central a intervenir las competencias de una comunidad autónoma.
La coalición independentista de Cataluña está atravesada por tensiones respecto de los pasos que deben seguir. Los izquierdistas de la CUP y Esquerra Republicana presionan para que se proclame la ruptura de la región sin más ambigüedades. En Convergencia, la formación moderada a la que pertenece Puigdemont, hay sectores que piden dejar de lado las acciones maximalistas y negociar una salida con Madrid. Mañana se sabrá qué decisión tomará el presidente catalán.
Mientras tanto, el Gobierno del Partido Popular buscar consolidar apoyos en Europa para enfrentar el desafío independentista. Con el consentimiento de Ciudadano y el PSOE en el frente interno, Rajoy viajará mañana a Bruselas para asistir a la reunión del Consejo Europeo. La ocasión servirá para que los líderes europeos respalden a la administración española de cara al dilema catalán.
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