Honduras: el Tribunal Electoral no encontró evidencia de fraude en el recuento

Aunque no hubo una confirmación oficial, ante la ausencia de variaciones en el resultado, Juan Orlando Hernández se quedaría con la victoria. La oposición denunció que la revisión de actas fue “espuria”.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras terminó el escrutinio especial de 4753 actas y aseguró no haber encontrado evidencias de fraude electoral. Aunque no proclamó de manera oficial al ganador de los comicios del 26 de noviembre, la ausencia de variaciones en el resultado confirma la victoria del actual presidente de derecha, Juan Orlando Hernández. La oposición señaló que el recuento fue “espurio”.

El presidente del TSE, David Matamoros, anunció en la madrugada del domingo el final de la revisión del 25% del total de actas. El conteo le dio 424.365 votos a Hernández y 267.109 sufragios a Salvador Nasralla, candidato opositor aliado al exmandatario depuesto Manuel Zelaya. El recuento apuntó a mitigar las denuncias de irregularidades hechas tanto por la oposición como por la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Matamoros se jactó de la transparencia del proceso de recuento. "Fuimos más allá y nos complace anunciar que el resultado es sumamente consistente. Las variaciones son mínimas, lo cual indica que los miembros de las mesas el día de las elecciones hicieron un trabajo muy bueno, un trabajo de primera calidad. Al final se demuestra que las actas fueron bien hechas por representantes de los diez partidos", indicó el magistrado. Tras el escrutinio especial, el actual presidente aventaja a Nasralla por 42,95% contra el 41,42% de los votos.

La Alianza de Oposición contra la Dictadura que encabeza Nasralla emitió un comunicado en el que consideró “espurio” el recuento y apuntó que “el pueblo hondureño sabe perfectamente que han sido adulteradas a favor del ilegal candidato del Partido Nacional (de Hernández)”.

La idea de fraude se instaló luego de que, en un apretado recuento de votos, se cayera el sistema en el comando central y el candidato oficialista recortara una diferencia de cinco puntos porcentuales y pasara al frente de forma sorpresiva. La oposición denunció que las instituciones de administración electoral estaban controladas por el Gobierno y llamó a la protesta callejera. El Poder Ejecutivo decretó el estado de sitio. El saldo fue de siete muertos y más de cien detenidos. La incógnita es si los actores políticos y la sociedad civil reconocerán el resultado final de las elecciones, requisito imprescindible para la estabilidad democrática en Honduras.

Diarios Argentinos