Massa endurece el discurso y busca quedar segundo para captar el "voto útil”

Tercero en la mayoría de las encuestas, el massismo maneja una hipótesis según la cual quien quede segundo tiene mayores chances de ganar en octubre.

El precandidato a senador nacional del Frente 1País, Sergio Massa, decidió dar un giro a su campaña y salir del perfil dialoguista que mostró hasta los días posteriores al cierre de listas, y ahora enfrenta abiertamente al gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en el terreno económico y de legislación laboral, donde el oficialismo encuentra sus mayores debilidades.

La hipótesis central que barajan en el equipo de campaña del massismo es que el candidato que salga segundo en las PASO, sobre todo si la que obtiene más votos es Cristina Fernández de Kirchner, podría captar todo el "voto útil" para impedir un triunfo del kirchnerismo, con lo cual se podría revertir el resultado en octubre. Los asesores del exintendente de Tigre aseguran que Cambiemos retiene a una parte de sus votantes, a pesar del desencanto, solo porque son la principal fuerza  opositora al kirchnerismo, pero que si se presentara otra alternativa, los "desencantados" elegirían esa opción sin pensarlo, y ese es el lugar que quieren ocupar el 13 de agosto.

Lo mismo podría ocurrir si en primer lugar queda el candidato del oficialismo Esteban Bullrich, y aunque según la mayoría de los sondeos de la última semana este escenario es hoy por hoy bastante lejano, podría generar el mismo efecto si la candidata de Unidad Ciudadana quedara en tercer lugar. En este caso no porque Massa y Margarita Stolbizer crean que pueden quitarle votos a Cristina, sino que confían en que migrarían hacia 1País votantes de otros espacios de la oposición si está la puerta abierta a una derrota del oficialismo en las generales.

En este planteo además hay otra certeza sobre los números de la expresidenta, que en líneas generales comparten los analistas de Cambiemos y de 1País: si la lista de Unidad Ciudadana queda en primer lugar, habrá alcanzado su techo y es muy poco probable que sume un porcentaje mayor en octubre, de la misma manera que ocurriría si queda en tercer lugar, alcanzando su piso y también si chances de restar (ni de sumar) para octubre.

La diferencia aparece respecto del techo del oficialismo, porque mientras que en el gobierno creen que la potencialidad de crecimiento de sus candidatos, con altos niveles de desconocimiento en la población, es por lo menos hasta el mismo porcentaje que le dio el triunfo a María Eugenia Vidal (casi el 40%), los renovadores afirman que el oficialismo tendrá mejores números en  las PASO que en las generales.

Eso sí, nadie en el massismo se atreve a aventurar qué pasaría si el segundo lugar lo ocupa la exmandataria, porque de aplicarse la misma regla, serían los votos del Frente Renovador los que probablemente migren hacia Unidad Ciudadana si el discurso de los candidatos de 1País profundizan la idea de que hay que ponerle un freno al gobierno con una derrota en las urnas.

En definitiva, el líder renovador hace un movimiento arriesgado y sale a la cancha a disputar con Cambiemos el segundo lugar, una meta alcanzable si los números de Cristina se mantienen entre los 30 y los 35 puntos, pero para la cual debe endurecer el discurso contra el macrismo para conseguir ser el blanco de los ataques para repuntar en su propia percepción como alternativa al gobierno, porque en el massismo admiten que tienen mejores candidatos, pero que la marca Cambiemos supera ampliamente a 1País e incluso al Frente Renovador.

La Matanza