Peligra el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y México

Se encuentran en Washington delegaciones de ambos países y de Canadá, en la búsqueda de una renegociación del acuerdo. Donald Trump amenaza con romper el tratado, y en México ya manejan alternativas.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) transita por una cuerda floja. La ronda de conversaciones formales entre Estados Unidos, México y Canadá para su renegociación comenzó hace poco más de diez días en Washington, en el contexto de una fuerte presión de Donald Trump por conseguir beneficios comerciales para su país. México, que hasta hace poco se mostró favorable a mantener un acuerdo por todos los medios, ahora deja trascender que evalúa alternativas en caso de que se rompa el tratado.

El presidente de Estados Unidos hizo campaña con el foco puesto, entre otros temas, en el desequilibrio comercial que su país sufre a expensas de México. Por eso, apenas asumió amenazó con romper el TLCAN si no cambiaban las condiciones del acuerdo. Lo hizo en reiteradas oportunidades a través de Twitter y desde la Casa Blanca.

La administración de Enrique Peña Nieto se mostró, a lo largo del 2017, abierta al diálogo y a la flexibilización de ciertas cláusulas, con el objetivo último de preservar un acuerdo comercial con su vecino del norte, vital para la sustentabilidad económica de su país. Sin embargo, a pocos días de haber empezado la renegociación oficial del TLC, las autoridades mexicanas comenzaron a reconocer que manejaban la posibilidad de adoptar “un plan alternativo” si Trump forzaba un escenario de ruptura. Esta semana, el secretario de Economía y jefe de la negociación del lado mexicano, Idelfonso Guajardo, no descartó que tras esta tanda de conversaciones se diera un impasse en la renegociación.

El TLC, que entró en vigencia en 1994, fijó una zona de libre comercio de bienes y servicios entre Estados Unidos, México y Canadá, sin ningún tipo de aranceles o tarifas. En conjunto, representan 450 millones de consumidores que realizan por año intercambios por alrededor de 1200 millones de dólares. Por su baja diversificación, México es muy dependiente de su vecino del norte: más del 86% de sus exportaciones no petroleras se dirigen hacia allí.

Los tres principales temas a renegociar son el déficit comercial, las reglas de origen y los asuntos laborales. Las delegaciones diplomáticas aspiran a llegar a enero de 2018 con un nuevo acuerdo comercial, para evitar ingresar en la campaña presidencial mexicana con las negociaciones abiertas (habrá elecciones en ese país en julio próximo). Esta semana, Andrés López Obrador, principal candidato de la izquierda mexicana, aseguró que “no es conveniente buscar un acuerdo bajo presión”. A esta altura del partido, nadie puede confirmar que el TLCAN perdure en el mediano plazo.

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