Preocupada por las encuestas Vidal endurece el discurso: "Nosotros o el caos"

Con números desfavorables en casi todos los sondeos, Cambiemos suma a Carrió a la campaña en la Provincia y agita fantasmas del pasado en caso de una derrota.

La gobernadora María Eugenia Vidal, junto a su equipo político que encabeza el jefe de Gabinete Federico Salvai, decidió dar un giro de 180 grados en su discurso dialoguista y descontracturado de cara a las elecciones y por eso ordenó iniciar una campaña centrada en los ejes que más beneficios les han granjeado hasta el momento, es decir el combate contra la mafias, sobre todo policiales, y la desarticulación de supuestos mecanismos enquistados en el Estado para desviar fondos millonarios a través de los contratos de obra pública.

A principios de este año la mandataria bonaerense se había mostrado despreocupada ante una posible derrota en las legislativas, y en declaraciones a la prensa "no creo que sea el fin del mundo perder las elecciones. Yo no creo eso de que si el oficialismo no gana las elecciones intermedias, se pone en juego la gobernabilidad".

Por eso sorprendieron sus declaraciones de la semana pasada cuando advirtió que "esta pelea que empezó en diciembre de 2015 contra las mafias, el narcotráfico, el juego ilegal, toda esa pelea se va a ver condicionada si no ganamos la elección".  Lejos de tratarse de una respuesta eventual ante la consulta de un periodista, con el correr de la horas se hizo evidente que el oficialismo decidió echar mano de la vieja fórmula  de la política que podría traducirse como "nosotros o el caos", que ya fue utilizada por el menemismo en los 90 y más recientemente por el kirchnerismo, que hasta fue acusado de emprender una campaña del miedo.

La realidad es que desde hace por lo menos 10 días que no hay encuestas que no reflejen un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las Primarias de agosto, y aquellas que adelantan que Esteban Bullrich podría ser el más votado, encuadran la diferencia dentro de los márgenes de error, es decir que no hay ningún dato estadístico ni de análisis político que proyecte un triunfo del oficialismo, por lo que desde la gobernación bonaerense decidieron tomar cartas en el asunto y reorganizar la agenda de campaña.

Pero en la mesa política del PRO bonaerense consideran que no hay tiempo para potenciar las candidaturas de Bullrich y Gladys González antes de las PASO, por lo que Vidal deberá ponerse la campaña al hombro, para garantizar números que le permitan al oficialismo llegar a octubre con chances de ganar por una diferencia importante, que es lo que reclama el presidente Mauricio Macri.

Por eso se suma a las recorridas por la provincia la candidata porteña Elisa Carrió, caracterizada por ser una suerte de denunciadora serial, que a finales del año pasado anunció que “ahora voy por las mafias bonaerenses”, aunque después  la gobernador vetó su candidatura , luego de que la chaqueña denunciara al entonces jefe de la policía. Pablo Brezzi, a quien catalogó como “una brillante mente criminal o un idiota”.

De todas maneras la diputada nacional cumplió el guión al pie de la letra y en su segunda aparición junto a la gobernadora le pidió a los vecinos de la provincia “paciencia para cambiar un  sistema mafioso”.

El plan continuará en cada uno de los distritos y se espera que cada intendente de Cambiemos, también desarrolle la campaña en el mismo sentido.  Para eso en cada distrito el equipo político del gobierno deberá elegir las 2 ó 3 medidas que mejor consideración tengan ante los vecinos, para luego plantear en términos absolutos que una derrota pondría en riesgo su continuidad y/o finalización.

La estrategia no es novedosa, ni debería sorprender, el problema es que se aplica como plan B o C del  gobierno ante el fracaso del plan económico y cuando estamos en tiempo de descuento para las PASO y hay encuestas que ubican a los candidatos del oficialismo en tercer lugar.   Quizá a la hora de ganas elecciones realmente no hay vieja y nueva política.

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