Renunció Susana Malcorra, tras una gestión plagada de traspiés

El presidente Mauricio Macri anunció en conferencia de prensa que la canciller "se va por temas personales". La ONU, Malvinas, Brasil, Venezuela y Estados Unidos fueron los principales conflictos que afrontó. La reemplazará Jorge Faurie, actual embajador en Francia.

El presidente Mauricio Macri anunció hoy que Susana Malcorra presentó su renuncia a la Cancillería por "razones personales" y será reemplazada por Jorge Faurie, actual embajador argentino en Francia.

En una conferencia de prensa que brindó junto a Malcorra y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, Macri le agradeció a la ahora extitular del Ministerio de Relaciones Exteriores "todo lo que aportó en su tiempo de trabajo", e informó que "seguirá siendo parte activa del equipo de trabajo desde España", donde se desempeñará como asesora con rango ministerial.

A su turno, Malcorra explicó que su alejamiento se debe a sus "responsabilidades familiares" (su esposo, que reside en ese país, tiene problemas de salud), pero remarcó el agradecimiento al presidente por haberla convocado: "Ha sido el máximo honor que he tenido como persona".

También aprovechó para felicitar y darle la bienvenida a su reemplazante, al que destaco como "un miembro del equipo", y señaló que Macri le pidió que arme "un consejo asesor" y que "siga participando" en las negociaciones con la OMC.

Una gestión plagada de traspiés

Aunque llegó como una de las principales expertas en relaciones exteriores por haber sido Jefa de Gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Malcorra no demostró la suficiente cintura para afrontar los desafíos que le planteó la agenda internacional.

Brasil fue, tal vez, el ejemplo más acabado. Luego de elegirlo como destino del primer viaje al exterior de Mauricio Macri como presidente y de elogiar a Dilma Rousseff, el Gobierno argentino respaldó desde el comienzo el polémico impeachment y la posterior destitución de la exmandataria de ese país, y fue el primero en reconocer a Michel Temer, hoy en la cuerda floja por estar involucrado en uno de los casos de corrupción más resonantes de la historia de la región.

Las elecciones en Estados Unidos fueron otro tropiezo de la gestión Macorra al frente de la Cancillería. En la campaña para elegir al sucesor de Barack Obama, dijo que la relación con la principal potencia del mundo "sería más cómoda" si Hillary Clinton fuera electa presidenta y manifestó su deseo de tener "una mujer en la Casa Blanca".

No conforme con los elogios a Hillary, la excanciller también fue muy crítica de Donald Trump, luego electo presidente: "Es evidente que la visión macro que Trump tiene es una visión muy de cerrarse, muy hacia adentro, que es distinta a la del Gobierno nuestro. Es muy riesgoso un proceso de cierre y de xenofobia".

La victoria de Trump, que sorprendió al mundo, obligó al Gobierno argentino a replantear la relación con los Estados Unidos, que, para colmo, comenzó con el freno a la importación de limones, resuelta tras la visita de Macri a la Casa Blanca.

En el caso de Venezuela, Malcorra fue siempre una acérrima defensora del diálogo entre el oficialismo y la oposición, y evitó calificar al Gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura, a diferencia de varios funcionarios del Ejecutivo, inclusive a Macri. Sin embargo, la situación en ese país se tornó insostenible y quedó en evidencia que Malcorra aspiraba a un acuerdo al que ni el oficialismo ni la oposición tenían pensado llegar.

Su fallido intento de ocupar la Secretaría General de Naciones Unidas también fue un problema para la Argentina, ya que dedicó importantes cantidades de tiempo y dinero a hacer campaña por el mundo. 

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