Así en la India como en Argentina

Algunxs personas piensan que ciertos procesos que se producen en nuestro país es patrimonio nacional exclusivo. Es un enorme error. Como lo reiteramos en distintas oportunidades el Capitalismo y su variante neoliberal es un fenómeno global y se expresa en distintos rincones del planeta.

Temas como la desigualdad, la concentración de la riqueza, la injusticia social, la pobreza, la indigencia, la propiedad de la tierra en pocas manos, el egoísmo de los insaciables capitales concentrados, la puja distributiva, el individualismo, la resistencia al pago de impuestos, la concentración multimediática, la lucha por el poder, la manipulación de la justicia por el poder político, la utilización de una posición privilegiada para presionar a los gobiernos, el intento permanente de debilitar a los estados en su función social por parte de las clases dominantes, son todas causas y consecuencias propias de un sistema basado en la ganancia, la acumulación infinita y en la explotación del semejante.

A partir del 26 de noviembre de 2020 se declaró una huelga agraria de 250 millones de campesinos en la India. Según se estima la mayor conocida hasta el momento en el planeta. El motivo de la medida es una acumulación de años de injusticias, abusos de las empresas transnacionales y tres leyes sancionadas por el gobierno indio en septiembre de 2020, aprovechando las restricciones a la movilidad producto de la pandemia. En noviembre se inició el movimiento “Dilli Chalo” (vamos a Delhi). Miles de personas se movilizaron hacia la capital del país y fueron duramente reprimidas, 30 muertos y miles de heridos, algunos suicidios y muertos por el frio de la época.

El 4 de diciembre hubo negociaciones entre las organizaciones sindicales, las organizaciones de productores, entre ellas las cooperativas, una institución con historia y fortaleza en el país, con el gobierno sin llegar a un acuerdo. Hasta hoy se mantienen las protestas.

El contenido de las leyes sancionadas son:

  • Habilita la creación de mercados privados con el riesgo de monopolizar la actividad comercial y controlar los precios por las grandes empresas
  • Brinda un marco legislativo que permite acuerdos de precios antes de las cosechas entre agricultores y compradores, práctica que en el pasado llevó a endeudamiento de los agricultores, a mayor desigualdad y a tener que desprenderse de sus parcelas con el consiguiente aumento de la concentración de la tierra.
  • Eliminación de los limites estipulados para acaparar alimentos. Facilitando la especulación y la manipulación del mercado por parte de las megaempresas.

En general, las leyes otorgan una mayor libertad y control del mercado laboral y agrícola a las grandes corporaciones, con el consecuente empobrecimiento de los agricultores y el aumento de los precios para toda la población. Neoliberalismo puro y duro. Se suma al disgusto popular la promesa incumplida del Presidente Narendra Modi de regularizar la situación de 400 millones de trabajadores informales.

A partir de 2018 India se convirtió en la quinta economía más grande, pero una de las paradojas es que ocupa el sitio 124 por su PBI por persona, dejando a las claras el nivel de desigualdad, y la retrograda distribución de la riqueza.

En India se superponen una estructura de castas anacrónica, estimulada en su momento por Gran Bretaña para facilitar su dominio y saqueo, y una expoliación neoliberal liderada por el Partido de Modi, Bharatiya Yanata (BJP), nacionalista, fundamentalista hinduista y militarista. Esta política se ensaña con los más débiles, con las minorías musulmanas y la oposición, y sobre todo contra los “Dalit”, la casta más baja, conocidos como “Intocables”, la mayoría de los cuales se encuentra en la indigencia.

Con la llegada de Modi al gobierno se instaló en el poder un grupo compacto de ricos, provenientes del Estado de Gujarat, de donde es oriundo el Presidente (no está cerca Anillaco).

La India es escenario de grandes luchas contra el extractivismo, el modelo exportador antinacional y la depredación pesquera por parte de las transnacionales del rubro.

Otra paradoja en el país de Gandhi es que siendo la agricultura su principal actividad productiva y contando con la mayor superficie agrícola y ganadera del mundo es el sexto importador de alimentos.


Foto tomada por el autor de la nota a la salida de Nueva Delhi- 2016


Las cifras de la India son conmovedoras: muy probablemente sea hoy la nación más poblada del mundo, tiene 450 millones de trabajadores irregulares, 800 millones de pobres, y en su territorio se encuentra un tercio de los niñxs desnutridos del planeta, las mujeres representan el 43% de los trabajadores agrícolas, pero son sólo el 2% de los propietarios de tierras.

India es un gran exportador de alimentos, pero no puede alimentar a su población. No, no es Argentina.

A pesar de los importantes polos industriales instalados en los últimos años el 70 % de la población está vinculada a la producción agropecuaria.

En este mundo las luchas por reivindicaciones sociales, económicas y políticas son similares en cada rincón, esto requiere cada vez con mayor urgencia una coordinación internacional de las luchas y profundizar la solidaridad internacional para pararle la mano a los que se arrogan la disponibilidad de bienes y vidas, y además nos están dejando sin un planeta vivible.

Así en la India, como en Argentina, lo quieren “todo para ellos”, si intercambiáramos los integrantes de la “Mesa de Enlace” con los Maharajás y les pondríamos turbante a los nuestros nadie sabría quién es quién.


Sobre el autor 

Ruben Dario Guzzetti. IADEG-IDEAL-CEFMA

Diarios Argentinos