Con anuncios y recetas repetidas, Vidal busca mostrarse activa ante la crisis

El Ejecutivo bonaerense busca dar un mensaje positivo a pesar de los problemas económicos. Sin resolver paritarias ni brindar certezas sobre el futuro de las obras públicas, Vidal quiere primer ordenar el frente interno.

Con perfil bajo en los medios de comunicación, pero con anuncios que pretendían tener un alto impacto en los circuitos políticos y económicos, la gobernadora María Eugenia Vidal intentó esta semana tomar distancia de la imagen de incertidumbre que transmite el Gobierno nacional y mostrase activa y ordenada ante la crisis económica y los "tiempos difíciles" que ella misma admitió que se vienen en el futuro inmediato.  

Para eso, el Gobierno tomó la decisión de relegar los problemas urgentes de la Provincia que tienen que ver con las paritarias de docentes, médicos y judiciales, el vaciamiento del Astillero Río Santiago y la discusión de un presupuesto, con un ajuste que se advierte feroz, y ordenar el frente interno buscando un nuevo equilibro con los intendentes radicales y mostrando actividad para enfrentar la crisis como mensaje a otros aliados que reclaman respuestas.

El primer anuncio lo realizó la semana pasada y tiene que ver con la reasignación de partidas presupuestarias por mil millones de pesos para reforzar programas sociales. Si bien no hubo precisiones sobre el destino específico de esos fondos, las versiones indican que podrían ampliar los programas del Ministerio de Desarrollo Social, que además podría transformarse en un superministerio si finalmente se confirman los rumores de que esa cartera podría absorber la de Salud en un esquema de fusiones similares al que se está desarrollando a nivel nacional.

El paso siguiente fue la organización de un encuentro con intendentes radicales para calmar las tensiones ante la certeza de que las obras públicas serán completamente paralizadas en los próximos meses y no hay ninguna certeza sobre el momento en que podrán reactivarse.  Ni siquiera el año electoral traerá garantías de mayores inversiones para los municipios de la provincia, por lo que loG socios radicales del gobierno pusieron el grito en el cielo y obligaron a Vidal a ponerle el cuerpo a la situación para alcanzar equilibrio.

Junto con el vicegobernador, Daniel Salvador, y el jefe de Gabinete, Federico Salvai, la mandataria recibió a una docena de jefes comunales de las UCR, con los que dialogó por mas de 90 minutos y, si bien solo hubo un escueto comunicado oficial tras la reunión, trascendió que el equipo de gobierno se comprometió a brindar un fuerte acompañamiento a las gestiones locales para el año que viene a cambio de evitar críticas por los ajustes que la Provincia deberá aplicar para cumplir con las metas que la Casa Rosada acordó con el Fondo Monetario Internacional.  

Las tensiones con el radicalismo no se limitan a cuestiones presupuestarias, sino que también hay incertidumbre por el lugar que tendrá la UCR en el cierre de listas para 2019, y hasta la chance de que ese sector se quede sin espacio en el Gabinete por la posible desaparición del Ministerio de Ciencia y Tecnología, temas que, si bien no fueron abordados de forma directa durante el encuentro, estuvieron presentes en la previa y el Gobierno intentó minimizar.

Finalmente, llegaron también los anuncios en materia estrictamente económica, que sorpresivamente fueron realizados por Salvador y que incluyen acuerdos con supermercados para fomentar el “Compre bonaerense”, un nuevo esquema de descuentos en la compra de alimentos para clientes del Banco Provincia y una nueva línea de créditos blandos para las pymes, todas medidas que repiten recetas implementadas en los últimos meses y que no solo fracasaron, sino que fueron duramente rechazadas por prácticamente todos los sectores de la economía.


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