Confianza y tipo de cambio
OPINIÓN. El problema no es a qué precio está el dólar sino en qué dirección se mueve, para donde se espera que se vaya a mover y a qué velocidad se moverá.
Luego de la reestructuración de la deuda externa con los acreedores privados internacionales se esperaba un “shock de confianza”, que estabilice por un lado el precio del dólar bolsa, el denominado contado con liquidación (CCL) y/o dólar MEP. Estos últimos son la forma que tienen las empresas e individuos habilitados para dolarizarse cuando no pueden acceder al mercado único y libre de cambios (MULC), donde el dólar cotiza a 81 pesos aproximadamente sin considerar impuestos. Por otro, dicho shock supuestamente iba a permitir dejar de vender reservas al Banco Central. ¿La creencia de ocurrencia de dicho shock positivo era solo una expresión de deseo o tenía fundamentos objetivos en la realidad?
Adquirir dólares en la bolsa consiste en comprar un bono con pesos, y luego de un período de tiempo fijado por el Banco Central (denominado Parking), vender el mismo bono recibiendo dólares a cambio. En otras palabras, comprando y vendiendo bonos en el mercado de capitales, luego de un período de tiempo, es posible tener dólares billete tanto para un individuo como para una empresa. El precio de adquisición de dólares a través de dicha operatoria oscila hoy entre los 150 y 170 pesos, dependiendo la alternativa elegida.
Cuando uno observa la variación acumulada durante el año para el dólar CCL o MEP, nota que es de aproximadamente 100%. Es decir que una persona que en enero compró un dólar a través de la bolsa a 85 pesos, y lo mantuvo en cartera hasta la fecha, puede venderlo en el mercado a 170 pesos. Observando las tasas de rendimiento de instrumentos en pesos (plazos fijos o fondos comunes de inversión por ejemplo), ninguna supera el 100% acumulado anual, por lo que si dicho individuo hubiese conservado los 85 pesos no habría recibido suficientes intereses como para llegar a tener 170 pesos al día de hoy.
Como mencionamos en esta nota (https://www.elpaisdigital.com.ar/contenido/dlar-y-pandemia-atacar-la-enfermedad-y-no-los-sntomas/28548), el problema no es a qué precio está el dólar sino en qué dirección se mueve, para donde se espera que se vaya a mover y a qué velocidad se moverá. Estas últimas variables dependen de las reservas disponibles, tasa de interés (ambas son capacidades objetivas) y voluntad de intervención del Banco Central en el mercado de cambios, o lo que es lo mismo de la capacidad y voluntad de realizar una u otra política monetaria y cambiaria.
Por un lado, la tasa de interés fijada por el BCRA es relevante dado que puede influir, dentro de ciertos límites, en la decisión de atesorar pesos o dólares. Ahora bien, ¿cuáles son dichos límites? Dada la variación observada en el dólar bolsa, difícilmente exista una tasa de interés que pueda compensar una devaluación como la ocurrida en el año calendario (mayor al 100%).
En consecuencia, la cotización del dólar en mercados alternativos al MULC también es relevante para la toma de decisiones respecto a la compra o no de dólares. Ahora bien, si el Banco Central no tiene las reservas suficientes y/o no interviene en tiempo y forma para satisfacer la demanda de dólares a un cierto valor objetivo, ya sea en el mercado oficial y/o paralelo de la bolsa, las variaciones de tasa de interés pueden no ser suficientes para contener la demanda de dólares. Por dicha razón, la capacidad de intervención efectiva del BCRA comprando y vendiendo divisas en el mercado oficial y/o bonos en el mercado de capitales es fundamental.
La confianza, variable subjetiva, no es determinante cuando se tienen en cuenta las capacidades de intervención del BCRA. Si estas últimas son elevadas y se utilizan adecuadamente, difícilmente un especulador o un shock de confianza logre influir sobre el valor del dólar de forma significativa y sostenida, el cual depende de factores objetivos principalmente y de la política monetaria y cambiaria. En caso contrario, si las capacidades de intervención son bajas, difícilmente el resultado de una negociación y/o discurso público altere una decisión de inversión y mejore “la confianza” del mercado.
En conclusión, la confianza tiende a aumentar o disminuir con los aumentos o disminuciones de la capacidad de intervención efectiva del BCRA en el mercado de cambios, la cual a su vez depende del nivel de reservas y tasa de interés. Por dicha razón se vuelve fundamental coordinar la política monetaria y cambiaria del Banco Central en los distintos mercados, para lograr acumular reservas y así evitar la devaluación de las diferentes cotizaciones del tipo de cambio con la consiguientes dolarización permanente de carteras.
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