COVID-19 en el Partido de La Costa: desafíos y oportunidades de un nuevo tiempo

OPINIÓN. "Es un tiempo para repensar hacia dónde vamos, qué ciudad, qué provincia y qué país queremos dejarle a nuestros hijos, hijas, nietas y nietos. La pandemia nos puso un enorme desafío que superaremos siendo mejores, unidos y solidarios", sostiene la senadora Demaría.


Pasados más de 60 días del momento en que el Presidente, Alberto Fernández, decretara el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) como principal medida de prevención de la propagación del COVID-19 me interesa compartir una serie de reflexiones del proceso inédito que estamos atravesando, haciendo hincapié en el Partido de La Costa.

Lo primero que hay que señalar es que la cuarentena está resultando exitosa. En ese sentido, la decisión del Gobierno Nacional, replicada por la Provincia y el Municipio, de implementar el aislamiento para prevenir y contener la propagación fue acertada en pos de cuidar la salud de nuestra población. Los datos oficiales respecto a la evolución de la pandemia en la Argentina demuestran que se están logrando los objetivos, si tenemos en cuenta el achatamiento de la curva de contagio, el índice de mortalidad del virus cada millón de habitantes y el especial cuidado para proteger a la población de riesgo.  

El Partido de La Costa no ha sido la excepción. Con una población que ronda los 100 mil habitantes a lo largo de sus catorce localidades, registró sólo un caso positivo durante estos dos meses. Se trata de una persona que había viajado al exterior y que tras su internación en el Hospital Municipal de Santa Teresita y posterior recuperación sin dificultades, fue dada de alta.  

La seguridad sanitaria fue, es y seguirá siendo el motor principal de las acciones de gobierno, que ha priorizado la opinión de las y los expertos en salud. Y este es otro punto importante a destacar: el lugar central que ocupa la ciencia en todo este proceso. Nación, Provincia y Municipio acuden permanentemente a las y los epidemiólogos para tomar la enorme cantidad de decisiones cotidianas que implica la gestión de gobierno en un momento de excepcionalidad como este. El gobierno salvó miles de vidas escuchando a quienes más saben en esta materia.  

Durante el tiempo ganado a partir de la implementación del ASPO, en La Costa se llevaron a cabo un conjunto de acciones estratégicas para fortalecer el sistema de sanitario equipando los centros salud y espacios destinados a alojar a potenciales personas contagiadas, que permitan hacer frente al pico que podríamos tener de acuerdo a la opinión de los especialistas.

La salud pública es un eje central en la gestión de gobierno municipal, no sólo en el marco de la pandemia sino como horizonte permanente de su política pública. En ese sentido, los vecinos y vecinas del Partido cuentan con un equipo de salud excepcional, de gran profesionalismo, y con muy buena infraestructura. En los dos últimos años, la inversión en salud permitió la inauguración del hospital de Santa Teresita; la ampliación de los hospitales de Mar de Ajó y de San Clemente; la incorporación de aparatología de última generación; la adquisición de desfibriladores que fueron destinados a entidades educativas, centros de jubilados, polideportivos municipales con la debida capacitación por parte del personal de Defensa Civil municipal; entre otras medidas.

Por otro lado, un factor fundamental que también explica el éxito logrado hasta el momento es la actitud consciente y solidaria que adoptó nuestra comunidad. Como sabemos, aún no hay vacunas ni tratamientos probados para hacer frente a este virus. Por lo tanto, las medidas de prevención básicas como el distanciamiento social y el lavado de manos, son centrales. Los vecinos y vecinas de La Costa han implementado con enorme respeto estas y otras medidas que se fueron tomando durante este proceso. Nada tendría sentido sin este compromiso.

Revalorizar el Estado

El lugar del Estado, otrora cuestionado por sectores adscriptos a la visión neoliberal, ha sido felizmente reivindicado durante estos meses marcados por el avance de la pandemia en el mundo. Frente a un contexto signado por la incertidumbre el Estado es certeza, y así fue comprendido no solo en las esferas de gobierno sino también desde el punto de vista de sector empresario y también del conjunto de las y los ciudadanos. Los países que así no lo hicieron atraviesan experiencias extremadamente dolorosas.  

El Estado extendió sus brazos para proteger la salud de la población, para cuidar a los más vulnerables, para contener al sector productivo, a la vez que promovió un esquema de control tendiente a evitar la especulación en el contexto de crisis.

En el Partido de La Costa se adoptaron una serie de medidas con una visión integral del cuidado. Además de las acciones ligadas a robustecer el sistema de salud, se puso especial énfasis en la protección de los grupos de riesgo y en acompañar a cada una de las familias que lo necesitan. Se implementó una línea telefónica de asistencia las 24 hs; acciones específicas para víctimas de violencia de género;  vacunación en domicilio para adultos mayores; apoyo escolar; acciones culturales con artistas locales; coordinación entre comercios y vecinos, promoviendo un espacio online para la promoción de ventas por delivery; control de precios; un estricto control en las entradas y puntos estratégicos de las localidades, entre otros muchos aspectos.

Asimismo, durante las últimas semanas venimos transitando un camino paulatino de aperturas del aislamiento estricto que comenzaron con caminatas recreativas y luego se ampliaron con la puesta en marcha de sectores comerciales minoristas, profesiones liberales y construcción. Cada una de estas acciones implicó el diseño e implementación de protocolos de cuidado muy estrictos en pos de garantizar las condiciones sanitarias necesarias para su implementación sin poner en riesgo a la población. De a poco comenzamos a experimentar lo que se ha denominado como “nueva normalidad”, reactivando la economía sin perder de vista el objetivo central que es cuidar la salud.  

Somos conscientes de los efectos económicos derivados de la cuarentena que afectan a las familias y al sector productivo. El mundo entero experimenta un retroceso fenomenal en sus principales indicadores y en el caso de nuestro país resulta aún más complejo debido a la crítica situación preexistente. Pero como lo ha expresado en reiteradas ocasiones nuestro Presidente: la economía se recupera, las vidas no.  

Los desafíos en (y después de) la pandemia

Como referíamos anteriormente, los países que mejor desempeño tuvieron frente al COVID-19 se caracterizan por tener un Estado fuerte. Pero eso no fue suficiente: la ciencia, la salud, las y los trabajadores esenciales ocuparon un papel preponderante. Actores vapuleados en nuestro pasado reciente se pusieron al frente de esta batalla contra lo invisible para cuidar a la comunidad.  

Una oportunidad que nos abre esta crisis es el acuerdo a que la inversión en ciencia y tecnología, y el fortalecimiento de la educación y la salud pública debe ser una política invariante. Un país sin este horizonte, no tiene futuro. Lo sabíamos antes, lo corroboramos con creces ahora.

Por otro lado, es importante destacar que la inmensa mayoría de la población, incluyendo a quienes formamos parte de la clase política argentina, hemos priorizado superar la crisis sanitaria frente a cualquier diferencia ideológica. Se nos presenta la oportunidad de estar inaugurando una nueva pauta de relación que deje la figura de la grieta en el pasado, para entender que las diferencias son válidas y necesarias, siempre y cuando coexistan en un marco orientado hacia el bien común.

Muchas cosas han cambiado en estos 60 días. Como senadora provincial, la semana pasada asistí a la primera sesión remota en la historia de la Cámara. Hubo que repensar el modo y ser creativos para garantizar la participación del conjunto, preservar la salud y tomar las medidas necesarias para acompañar al poder ejecutivo en la enorme tarea de cuidar la salud de los y las bonaerenses.

Todos estamos aprendiendo mucho en estos días. Es un tiempo para repensar hacia dónde vamos, qué ciudad, qué provincia y qué país queremos dejarle a nuestros hijos, hijas, nietas y nietos. La pandemia nos puso un enorme desafío que superaremos siendo mejores, unidos y solidarios. Ese es mi deseo.

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