COVID y docencia: “Me siento en una ciudad en la que no hay ley”

La Justicia porteña rechazó una medida cautelar a una docente que convive con un marido asmático y un hijo autista y había solicitado trabajar en forma virtual.

Gladys Rodríguez es docente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicta clases en la Escuela 16 del Distrito 13 en Parque Avellaneda. Convive con su marido que padece asma y su hijo autista de 12 años. Debido a que las disposiciones del Ministerio de Educación de la Ciudad no contemplan licencia o dispensa por convivir con persona de riesgo acudió a la Justicia para poder trabajar con modalidad virtual pero le rechazaron su pedido.

La titular del Juzgado Contencioso y Administrativo 21 porteño, la Dra. María Soledad Larrea, rechazó la medida cautelar presentada por la docente. ¿Cuáles fueron sus argumentos?

En relación a la enfermedad del marido de Rodríguez la jueza resolvió: “El certificado de salud refiere un cuadro de asma moderado de larga data. De tal suerte, no queda comprendido por el Ministerio de Salud de la Nación en los grupos de riesgo a vacunar a quienes padecen asma grave”. “Es decir que la dolencia de salud del señor siquiera tendría una trascendencia tal que justifique su vacunación”, agregó. La docente remarcó que en la presentación judicial se acompañó el certificado de un neumonólogo del hospital especializado en enfermedades respiratorias María Ferrer en el que se indica que el hombre integra el grupo de riesgo.

Con respecto a la situación de su hijo señaló: “El rango de incidencia etaria de la enfermedad es bajo”, y justificó su decisión al considerar que “es absolutamente remota - según la patología indicada- la probabilidad de que el contagio del niño lleve a una intervención intensiva con sedación”.

Por otro lado, la jueza Larrea enfatizó en su fallo que la docente vive a ocho cuadras de la escuela con lo que “evita los riesgos del transporte público”. “Interactúa con sus pares (adultos) y con niños de tercer grado. Es decir que sus alumnos ya tienen una edad que les permite comprender las pautas de prevención de contagio”, agregó.

El testimonio de la docente:

Gladys Rodríguez en diálogo con Tiempo Argentino relató su angustia por la situación que está viviendo. “Estoy atrapada y fui a un amparo para proteger a mi hijo porque tengo terror. A mi hijo lo puede matar el aislamiento, no lo va a matar el Covid, pero si el aislamiento porque es autista y jamás entendería algo así. El fallo es un mamarracho, ni siquiera menciona que mi hijo es autista”, señaló.

Y continuó: “Me pasan muchas cosas por la cabeza. Me siento en una ciudad en la que no hay ley, un abandono total. No puedo dormir pensando que los puedo contagiar. Porque yo estoy vacunada, pero la mitad de mis compañeros no”.

“La mayoría de mis compañeros vienen en colectivo, trabajan en otras escuelas y mis alumnos usan el transporte público. Las probabilidades de que yo traiga el virus en este momento son altas”, explicó y precisó: “Cuando empecé a trabajar no estaban tan altos los casos, pero ahora tengo miedo. Hay otras cepas nuevas”. “No puedo dormir, tengo mucha bronca”, concluyó.

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