Córdoba, azotada por los incendios forestales

OPINIÓN. Esta situación requiere que cada uno de los actores involucrados en la temática trabajemos juntos: Gobierno, universidades, ONGs junto a cada lugareño conocedor como nadie de su entorno.

La provincia de Córdoba vivió y vive en este 2020 uno de los peores incendios forestales desde que tengo memoria, con pérdida de miles de hectáreas de bosque nativo, viviendas y hasta vidas humanas. Esta situación requiere que cada uno de los actores involucrados en la temática trabajemos juntos: Gobierno, universidades, ONGs junto a cada lugareño conocedor como nadie de su entorno.

En el año 2012, la Provincia decidió despegar los órganos de autorización Secretaría de Ambiente y Secretaría de Recursos Hídricos de los órganos de fiscalización y control, poniendo en marcha la Policía Ambiental con rango de Secretaría de Estado y con un rol transversal a las anteriores. Desde ese momento, ocupo el cargo de director de la Policía Ambiental junto a un equipo de trabajadores con el que venimos ejerciendo el control y la fiscalización hídrico-ambiental y de los recursos naturales en todo el territorio provincial.    

Enfrentamos grandes desafíos a lo largo de estos años. Uno de ellos fue la puesta en marcha de un sistema de detección temprana de intervención del bosque nativo en donde confluyen tres subsistemas que combinan: análisis de imágenes satelitales por personal especialmente formado, sobrevuelos asociados a puntos georreferenciados como  posibles intervenciones y patrullaje por tierra con camionetas de la repartición para proceder al labrado de actas correspondientes e implementación del cese de las acciones nocivas para el ambiente. Todo esto contribuyó a que, en gran medida, se logre reducir la deforestación y accedamos a datos en tiempo real sobre estas acciones.

Hace unos años, Córdoba se vio afectada en casi un tercio de su superficie por inundaciones que trajeron aparejadas innumerables dificultades a poblaciones y zonas rurales. Policía Ambiental detectó, infraccionó e hizo que se remedien más 800 obras hídricas clandestinas que alteraban el normal escurrimiento de las aguas, logrando estabilizar las cuencas hídricas provinciales.

En lo que respecta a fauna silvestre (otra de las competencias de Policía Ambiental) fuimos determinando que Córdoba además de poseer tráfico interno de fauna silvestre, también constituye un gran corredor que lleva animales desde el norte y oeste del país hacia Buenos Aires. Comenzamos a hacer controles de ruta conjuntamente con Policía de la Provincia, Policía Federal y Gendarmería Nacional, y descubrimos un gran número de casos de traslado ilegal de fauna silvestre. Fue en ese contexto que pusimos en marcha la primera brigada canina de detección de fauna en tránsito, agilizando y haciendo más efectivos los controles.

Como éstas son innumerables las acciones que fue llevando adelante Policía Ambiental para lograr que las inspecciones sean efectivas, eficaces y logren el objetivo de adelantarnos al daño ambiental.

Hoy la realidad nos coloca antes la responsabilidad de contribuir al trabajo que se viene desarrollando en la zona afectada por los incendios. En un primer momento nos constituimos en una mesa interdisciplinaria para hacer efectiva la ayuda inmediata para los lugareños y su ganado, que se vio afectado por las llamas o perdió de forma completa su lugar de pastoreo. En paralelo trabajamos en la detección - por medio de imágenes satelitales - de las zonas afectadas por los incendios, lo que posibilita evaluar la ubicación, la magnitud espacial (la superficie) y la magnitud de la afectación.

Estamos participando de manera activa en el equipo interdisciplinario convocado por la Secretaría de Ambiente de la Provincia para la restauración ambiental de zonas incendiadas: remediación compensatoria. En este marco se elevó un documento que incluye desde aportes de acciones puntuales hasta el análisis de cuestiones técnicas y metodológicas, para el abordaje de las etapas de diagnóstico, recuperación y seguimiento de los sistemas ambientales afectados.



Todos estos años de trabajo en el territorio nos dieron la experiencia para poder trabajar en conjunto la logística y articular acciones con la Cátedra de Zootecnia y Clínica de animales no convencionales de la Universidad Católica de Córdoba; grupo Fauna (estudiantes de veterinaria); Veterinarios contra los incendios, centros privados de rescate y rehabilitación de fauna de la provincia, entre otros, además de gran cantidad de colaboradores anónimos que con sus aportes en medicamentos, comida y demás insumos hacen posible la tarea de evaluación y asistencia de fauna silvestre afectada.

En las distintas áreas y con diferente estado de avance por la ocurrencia del fuego, se están llevando a cabo tareas de diagnóstico de situación con corroboración a campo, tendientes a identificar y delimitar zonas críticas en función del grado de afectación. Allí será importante intensificar las tareas de control, para evitar acciones que sean desfavorables para el ambiente y su recuperación (pisoteo intenso, sobrepastoreo, tareas de rolado, tala, etc.) y también identificar tareas susceptibles de ser incorporadas al plan de remediación compensatoria por parte del equipo multidisciplinar.

Al mismo tiempo, estamos identificando y demarcando zonas o parches no afectados por incendios dentro del área quemada, que se convierten en el lugar de refugio de la fauna que pudo escapar de las llamas. En estos lugares se intensificarán los controles de caza y de afectación al bosque remanente, resguardando tanto la fauna como árboles y arbustos que han logrado estar a salvo, sobre todo porque estas áreas pueden convertirse en centro de semillas para la restauración de zonas aledañas.

Además, elaboramos un sistema de seguimiento a largo plazo de las zonas afectadas mediante imágenes satelitales y recorridos a campo, tendientes a detectar de forma temprana cualquier infracción a normativa vigente en cuanto a cambio de uso de suelo, desarrollos inmobiliarios, intervenciones no autorizadas; siempre con la mirada atenta en las áreas de mayor fragilidad.

Estamos poniendo el cuerpo en esta tarea y nutriéndonos de las experiencias inagotables de los lugareños, que cuentan con realidades e idiosincrasias distintas. De forma conjunta acordamos acciones ante la aparición de fauna silvestre afectada, tanto quemada como lastimado o exhausta por escapar del infierno, y también para la asistencia a su fauna doméstica.

Seguimos trabajando en los distintos sectores de la provincia, contamos para ellos con un gran equipo con formación y una inigualable capacidad y compromiso de acción. A ellos se suman actores locales que, pese a todo, están ahí siempre de pie, predispuestos a reconstruir, a comenzar de nuevo, a tener la esperanza intacta para salir adelante. Eso es lo que nos motiva a ponernos a su lado y trabajar codo a codo aportando técnicos, recursos, experiencia y sobre todo buena voluntad.



Sobre el autor: Adrián Rinaudo es director de la Policía Ambiental de la provincia de Córdoba

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