Día de la Lealtad: el discurso completo de CFK
Al tomar la palabra durante el acto en La Pampa, la candidata a vicepresidenta realizó fuertes críticas a las políticas "neoliberales" del Gobierno de Macri y destacó la unidad del peronismo.
Con fuertes críticas a las políticas "neoliberales" del Gobierno de Mauricio Macri y destacando la unidad del peronismo, la candidata a vicepresidenta del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, se pronunció en el acto por el Día de la Lealtad que se llevó a cabo en Santa Rosa La Pampa, donde su compañero de fórmula, Alberto Fernández, y el gobernador Carlos Verna fueron los otros dos oradores.
El discurso completo
¿Cómo está la Pampa? Hola. ¿Cómo están? Gracias... Gracias… No llores. No llores mi amor. Gracias. Gracias a todos y a todas en esta tarde maravillosa. Una aclaración… Una sola aclaración acá, primero miren qué poncho pampeano. Me lo regaló el gobernador. Es de una artesana pampeana, Elvira se llama, y la verdad es que nunca me mandó ni él, ni nadie, a lavar los platos. Ni él, ni nadie, pese que hay mucho machirulo suelto últimamente, pero las mujeres peronistas somos fuertes y a nosotros después de Evita… ningún machirulo con nosotras.
Así que nada, muy contenta de estar acá. Lo escuchaba recién a Carlos que se preguntaba… quieren que vaya para allá… ¿Un poquito para allá? ¿Vamos para acá? ¿Cómo están todos y todas, bien? Hola Daniel, hola José Luis, hola a todos y a todas. La verdad que… gracias muchas gracias. Recién cuando lo escuchaba a Carlos preguntarse qué pasó en la Argentina con esto del neoliberalismo, hoy cuando me levanté por la mañana… a mí me gusta mucho cuando voy al país profundo, tomar los diarios del lugar, leerlos. Y hoy temprano por la mañana tomé el diario La Arena, de acá, más de ochenta años y con todos dijo Carlos… y con todos es esto y la verdad que una editorial importante, en la línea de lo que decía recién Carlos, el neoliberalismo nunca más, compatriotas, en nuestro país.
La verdad que… que esta es la tercera experiencia neoliberal que sufre el pueblo argentino. La primera allá muy lejos con el golpe del veinticuatro de marzo de mil novecientos setenta y seis, cuando se instala en el país por primera vez un proyecto neoliberal, recién alumbraba en el mundo la transofrmación de un capitalismo de producción e industrial se iba a transformar en un capitalismo de expoliación, financiero, donde ya no era importante el trabajo ni la producción.
Después vino la segunda experiencia, la de la década de los noventa. En esto también debemos reconocerlo, los partidos populares y democráticos fueron también cooptados por esto y ahora esta última y tercera experiencia neoliberal que vino, debemos decirlo y reconocerlo, vino por primera vez… La Argentina parece atendida por sus propios dueños y creo que todos los argentinos, todas las argentinas debemos replantearnos y plantearnos por qué nos suceden estas cosas, pero más aún por qué hoy... este es un espacio de lo que podríamos denominar el campo nacional, popular y democrático. Somos los hombres y mujeres del campo nacional, popular y democrático donde el peronismo es el eje pero no es lo único. plantearnos qué es. En qué nos equivocamos para que esto pudiera suceder una vez más en la Argentina y sinceramente creo que… creo que muchas veces trabajan internamente para dividirnos y para enfrentarnos, para hacerles creer a compañeros y compañeras que es posible el destino individual por fuera del del conjunto y la verdad que esto que ha sucedido, nos debe hacer comprender de una buena vez y para siempre que la unidad no es una declaración… también… también. Claro que sí, la generosidad, algo tan devaluado en la política argentina, la generosidad que debemos tener los dirigentes frente a, como lo dije en Rosario y hoy lo repite Carlos aquí, los dirigentes políticos cualquiera sea su partido, de derecha, de izquierda siempre tienen un trabajo donde comer y donde vivir. Sin embargo son los hombres y las mujeres de a pie los que sufren estas políticas de devastación.
Miren cuando uno escuchaba la televisión o leía los diarios o escuchaba la radio, parecía que venían a quedarse por cien años, parecían eternos. Sin embargo pudimos de a poco ir reconstruyendo la unidad del campo popular, con inmenso trabajo y gran sacrificio porque en estas luchas se entregan muchas cosas, demasiadas tal vez, pero quiero decirles… quiero decirles que cada vez que me atacaban, cada vez que parecía que iban a terminar con nosotros, yo tenía el amor de ustedes y la memoria de él. De mi compañero.
Y lo recuerdo… y lo recuerdo como hoy. Un veintiocho de diciembre del dos mil diecisiete, en una plaza de Avellaneda, le dije a los amigos, a los vecinos, a los compañeros que se habían acercado ese día en una plaza que me comprometía a hacer lo que tenía que hacer para que el diez de diciembre de dos mil diecinueve hubiera otro argentino sentado en la Casa Rosada y creo también que esta unidad que hemos logrado no nos tiene que hacer creer que todo está ganado, al contrario. Tenemos que tener la claridad… la claridad de saber que esta es una tarea dura la que va a venir, han devastado el país, lo han vuelto a endeudar, han vuelto a empobrecer a los argentinos, hemos retrocedido en apenas cuatro años y se ha caído…
Miren yo podría hacer leña del árbol caído, pero la verdad que a esta altura, mis queridos compatriotas, ya no vale la pena, creo que todos los argentinos se han dado cuenta de lo que está pasando. No perdamos el tiempo y tengamos la serenidad y sobre todo el amor que va exigir la reconstrucción de lo que se ha destruído. Yo confío… sí, claro. Sí, claro. Creo que vamos a tener que saber en qué se fue la plata de endeudamiento que se han llevado en estos años. Sí, claro. No sería justo si no.
Y la verdad que uno escucha decir cosas, pero no vale la pena venir a hablar de mentiras o de psicopateadas, por momentos… por momentos parecen acciones de psicópatas. Imputar a los demás las cosas que han hecho ellos. Pero no importa. Nosotros que tenemos una larga tradicón de construcción, de gestión, de estar al frente de las cosas, porque también bueno es decirlo. Hablan de ochenta años, bueno, quiero notificarlos a los que hablan de ochenta años, que los únicos períodos de desenudamiento del país ha sido de los gobiernos nacionales, populares y democráticos. Pero bueno, Alberto lo dijo muy bien el otro día en el debate. Muy claramente.
Por eso… por eso quiero, para finalizar, porque quiero que hables y les cuentes todo. Quiero agradecerles a todos ustedes, quiero agradecerles a todo el pueblo este infinito amor, que es recíproco… que es recíproco e inextinguible porque inextinguible es la confianza que tenemos los unos con los otros, ustedes conmigo y yo con ustedes. Por eso gracias por el amor, gracias por la memoria, gracias por todo y para todas. Gracias. Muchas gracias, los quiero mucho a todos y a todas.
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