Deuda: prestigiosos economistas de todo el mundo apoyan a la Argentina
El impulsor de la iniciativa fue Joseph Sitglitz, y lleva la firma de importantes especialistas de todo el mundo. Entre ellos, Carmen Reinhart, Thomas Piketty, Edmund Phelps y Jeffrey Sachs.
El Gobierno nacional no está solo en el complejo proceso de renegociación de su deuda: un grupo de 138 economistas de todo el mundo, que incluye a Premios Nobel y referencias académicas de indudable prestigio, publicaron hoy una carta abierta en la que solicitan a los acreedores aceptar la oferta de canje argentina presentada en el mes de abril.
Joseph Stiglitz fue el impulsor de la iniciativa de la misiva, en la que se sostiene que “una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto”.
La carta lleva las firmas, entre otros, de Jeffrey Sachs, Robert Boyer, Matías Vernengo, Carmen Reinhart, Ricardo French Davis, Danny Rodrik, Thomas Piketty, Mariana Mazzucato y Kenneth Rogoff (Para ver el listado completo: Acá).
El comienzo de la carta da cuenta del contexto histórico y complejo que atraviesa el mundo: “La pandemia de COVID-19 ha empujado a la humanidad hacia la peor recesión mundial en los tiempos modernos. La presión sobre las finanzas públicas se ha vuelto enorme, particularmente en los países en desarrollo que ya estaban muy endeudados”.
A continuación, se transcriben algunos de los pasajes más salientes de la carta:
Organismos internacionales. “El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas han lanzado varias iniciativas para aliviar la carga de la deuda pública en esta situación extraordinaria. Como primer paso, los países del G20 acordaron otorgar una moratoria sobre la deuda bilateral oficial de las 76 economías más pobres del mundo”.
Sostenibilidad. “Este momento plantea la prueba definitiva de la arquitectura financiera internacional. "Sostenibilidad" es un término que ahora es omnipresente en las finanzas e inversiones mundiales, y por una buena razón. Los principios que incorpora, como en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, hablan de construir un mundo mejor. Y esos principios son profundamente relevantes cuando se trata de la deuda soberana de los países en desarrollo con dificultades”.
Reestructuración. “En el contexto de esta emergencia global, Argentina encabeza su proceso de reestructuración de la deuda pública de manera constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos nacionales. Desde 2016, cuando el país recuperó el acceso a los mercados internacionales, los acreedores externos hicieron una apuesta al adquirir deuda con cupones altos, pero compatibles solo con tasas de crecimiento extremadamente sólidas que no se materializaron. En febrero, antes de que la crisis de COVID-19 se agudizara, el FMI concluyó que la deuda pública de Argentina es "insostenible". Existe consenso en que la deuda es inasequible, y los pagos de intereses se han duplicado como parte de los ingresos del gobierno. Para ser franco, el costo de la refinanciación se ha vuelto excesivamente alto”.
Capacidad de pago. “Una renegociación requiere el compromiso de todas las partes. Argentina ha presentado a sus acreedores privados una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país: un período de gracia de tres años con un corte menor en el capital y un corte significativo en los intereses. La propuesta está en línea con el análisis técnico del FMI, que establece que se necesitará un alivio sustancial de la deuda de los acreedores privados de Argentina para restablecer la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad”.
Oportunidad única. En este momento excepcional, la propuesta de Argentina también presenta una oportunidad para que la comunidad financiera internacional demuestre que puede resolver una crisis de deuda soberana de manera ordenada, eficiente y sostenible. La ausencia de un marco legal internacional para la reestructuración de la deuda soberana no debería privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a su pueblo y proporcionar una recuperación económica durante la mayor crisis global en nuestra memoria.
Beneficio mutuo. "Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: una economía en dificultades con 45 millones de personas y los propios acreedores. Ahora es el momento para que los acreedores privados actúen de buena fe. Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto".
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