Dos formas de narrar el mundo: Alejandra Kamiya e Isabel Zapata en la FED

Las autoras se presentaron en la 12° edición de la Feria de Editoriales Independientes y conversaron sobre sus procesos de escritura, su vínculo con la memoria y el mundo animal. ¿Qué necesitan estás dos notables narradoras para escribir el mundo?

Foto de portada gentileza de la FED @feriadeeditores

"La literatura es, entre muchas otras cosas, una especie de autoanálisis inconsciente. Tal vez yo no pueda saber cómo soy ni pueda explicarlo, pero, en mis libros, mis personajes son quienes me dicen como soy. Sobre todo cuando actúan de manera en que yo no actuaría, están, de algún modo denunciándome", escribió alguna vez el inolvidable Abelardo Castillo. Y el último viernes, en el marco de la 12° edición de la Feria de Editoriales Independientes, las escritoras Alejandra Kamiya, quien fuera su alumna, y la mexicana Isabel Zapata abrieron las puertas de su mundo, de su yo literario, y reflexionaron sobre sus procesos de escritura, su vínculo con la memoria y su relación con el mundo animal. Una pregunta, enunciada por la moderadora de la charla Cecilia Fanti, sobrevoló la sala: ¿Qué necesitan estás dos notables narradoras para escribir y narrar el mundo?

Más sobre la FED. La Feria de Editoriales Independientes se realiza del 3 al 6 de agosto en el Complejo Art Media (Av Corrientes 6271 - CABA) desde las14 hasta las 22hs, con entrada libre y gratuita.  Allí más de 300 sellos están ofreciendo diferentes opciones de sus catálogos. Además, participan editoriales de diferentes países de Latinoamérica, tales como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Uruguay, junto con México y España.

Forman parte del evento importantes escritores y escritoras nacionales e internacionales como Ariana Harwicz, Romina Paula, Paula Puebla, Martín Kohan, Iosi Havilio, Edgardo Scott, Guido Herzovich, Roque Larraquy, Osvaldo Baigorria, el chileno Matías Celedón, la mexicana Jazmina Barrera, el cubano Marcial Gala y el venezolano Gabriel Payares entre otros.

Tan iguales como diferentes

Isabel Zapata, nacida en Ciudad de México, es escritora, poeta, editora, traductora y ensayista. Entre sus obras más destacadas se encuentran Ventanas adentro, Las noches son así, Una ballena es un país y Maneras de desaparecer.



Alejandra Kamiya, nacida en Buenos Aires y de origen japones, es una de las autoras del momento -aunque la frase suene un poco injusta porque tiene una prolífica trayectoria-se formó en los talleres de Abelardo Castillo y publicó “Los árboles caídos también son el bosque”, “El sol mueve la sombra de las cosas quietas” y "La paciencia del agua sobre cada piedra".



"A Alejandra en algunos círculos se la conoce como la autora de los títulos de libros largos, pero lo que es verdaderamente cierto es que cuando lees un cuento de ella te dan ganas de leerlos todos"describió Fanti al presentar a Kamiya, y luego hizo lo propio con Zapata, de quien además citó un fragmento de unos de sus poemas: "Exterminame si quieres, pero no terminarás conmigo".

La escritura como recolección, la escritura suave y con la textura y la cadencia de un de rezo. La escritura que desafía a los binomios, a las cosas que no tienen un peso específico. Una forma de percibir y leer el mundo. Todos estos preceptos fueron enunciados por la moderadora como un recurso para unir en sus diferencias a Kamiya y Zapata, y sirvieron de antesala para darle la voz a las escritoras.

"No existe algo de estas dimensiones en México", destacó Isabel en alusión a la FED, un evento que no para de trascender año a año y que reúne una gran cantidad de editoriales, escritores y escritoras, y como no puede ser de otra manera, lectores y lectoras voraces que recorren con entusiasmo los stands. 

"Me gustan los libros donde se muestran las costuras", confesó Zapata y señaló que si bien la mayoría de su obra transita el ensayo y la poesía, siente algo distinto en la ficción -la escritura de novelas- allí se trata de ocultar de "resanar los márgenes de lo que se está escribiendo".

La escritura como intuición, desprovista de rigurosos esquemas previosAsí toma su oficio Alejandra, y en ese sentido amplió: "No creo pensar un discurso y después volcarlo, me interesa ponerme en un estado-de creación se podría añadir- y que pase lo que tenga que pasar". 

En relación al vínculo con el mundo animal, que en ambas es protagonista en sus textos, Kamiya contó que fue algo que se dio y no lo premeditó en su último libro, pero por más que lo humano se corra a veces del centro de la escena, está la forma humana de percibir a los animales. 

Isabel, por su parte, explicó que el discurso literario sobre el mundo animal le dio lo que otros discursos como el académico o el que proviene del activismo no le otorgaron. Y con Kamiya recordó una cita a Wittgestein que Zapata utilizó en uno de sus libros, en referencia a la complejidad que representa correrse en su totalidad del lenguaje y la percepción humana: "Si un león pudiera hablar, no podríamos entenderlo”.

Ante la pregunta tan simple, como compleja y profunda, ¿qué necesitan para escribir? Alejandra no tardó en responder ¡Tiempo, siempre se necesita tiempo! Coincidieron además con Zapata que la vorágine del mundo actual, en la que desarrollan muchas actividades les quita ese anhelado bien. Isabel fue más allá y profundizó: "Hay una parte de la escritura que no pasa por la acción de escribir".  

Contó, además, una anécdota, en referencia a este aspecto de su profesión: "En pandemia con mi hija recién nacida me iba a un café a encontrar tranquilidad para escribir. Y pasaba mucho tiempo hasta que conseguía hacerlo. Un día me di cuenta que había transcurrido una hora y media y la hoja estaba en blanco. Me había dedicado a observar el mundo".

Por último, surgió el tema de la memoria. "La memoria como invención, como artificio a la hora de escribir, en la que se dejan afuera un montón de cosas y se privilegian otras", dijo Isabel y lanzó una frase para recordar, valga la redundancia: "Los recuerdos a los que más volvemos son los menos confiables". 

Kamiya se refirió a la relación de la memoria con la verdad y detalló que "desde el concepto de memoria se pueden abrir compuertas en las narraciones, mezclando realidad con ficción, porque ya no importa qué es verdad y qué no".

La charla de Alejandra Kamiya e Isabel Zapata fue sin dudas una invitación impostergable a seguir leyendolas, o para quienes no lo hicieron todavía, empezar a leerlas y sumergirse en sus atmósferas narrativas. Una conversación cómo prólogo a su interesante mundo literario. Parráfo aparte para la FED, que a esta altura cabe decir que no tiene nada que envidiarle a ninguna otra feria del mundo.

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