El FMI y el recuerdo del "Blindaje 2001" de De la Rúa

Ante el temor de no poder pagar la deuda externa, el Gobierno del presidente radical selló a fines del 2000 un préstamo de último recurso con el Fondo por USD 38.000 millones de dólares.

El anuncio del Gobierno nacional de que Argentina negocia un crédito externo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) evoca a la última gran operación financiera del organismo en nuestro país: el Blindaje del 2001. Ante el temor de no poder pagar la deuda externa, la administración de Fernando de la Rúa selló un préstamo de último recurso con el fondo y otros órganos internacionales por USD 38.000 millones de dólares. Los capitales permitieron afrontar los compromisos externos durante unos pocos meses, pero terminó en un estallido económico.

Hacia fines del año 2000, la deuda argentina representaba alrededor del 45% de su PBI. Cada vez había menos confianza en que el Gobierno de la Alianza pudiera pagar los vencimientos pendientes. En parte, por la inflexibilidad monetaria que implicaba el régimen de la Convertibilidad. También, por una recesión económica que había comenzado en 1998 y no tenía perspectivas de revertirse.

Para tranquilizar a los mercados, en diciembre del 2000 De la Rúa alcanzó un acuerdo con el FMI para brindarle al país un “blindaje financiero”. “Es un éxito para mí, como presidente, y para todo el pueblo argentino, porque a partir de esta operación financiera, podremos crecer espectacularmente”, anunciaba la noticia el exmandatario en un recordado spot televisivo.



La tasa de interés promedio pagada por el préstamo fue del 8% anual. A esa altura, los inversores privados solo le prestaban a la Argentina por una tasa superior al 14%, dada la vulnerabilidad y el riesgo de la economía nacional. De los USd 38.000 millones, el FMI aportó alrededor de USD 13.600 millones. Organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial también participaron del préstamo.

A pesar de lo que afirmaba el Gobierno, esta asistencia financiera no cambió el rumbo recesivo de la economía. En abril del 2001, el riesgo país superó los 1000 y dio inicio a una persistente fuga de divisas. En diciembre, el FMI le negó un nuevo préstamo, ante la certeza de que la deuda externa se había vuelto impagable. Tras la creación de un corralito financiero para retener ahorros privados en bancos comerciales, el saqueo a comercios y protestas callejeras en todo el país, De la Rúa terminó forzado a renunciar el 20 de diciembre del 2001.

Diarios Argentinos