¿El gobierno de Macri apunta a una flexibilización laboral?

El presidente aseguró que los convenios laborales requieren de una “actualización” y su ministro de Trabajo, Jorge Triaca, salió a respaldar los dichos. Preocupación en el sindicalismo y la oposición.

Por Juan Agosto y Camilo Unamuno

Las declaraciones de Mauricio Macri pidiendo actualizar los convenios laborales generaron polémica y preocupación en los sectores sindicales y de la oposición. El pasado lunes, en el marco de una charla de capacitación para el desarrollo de herramientas digitales, el Presidente aludió a la necesidad de los gremios de “renovarse” tanto desde lo normativo como desde lo dirigencial.

Las declaraciones del mandatario fueron aún más allá y, de forma retórica, se preguntó si el movimiento sindical no requiere de “sentarse en una mesa a discutir todos los convenios laborales” para aggiornar al siglo XXI “convenios del siglo XX”. Esta posición oficial fue reforzada al día siguiente por declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, frente a un conjunto de empresarios en la 22º Conferencia Industrial Argentina organizada por la UIA.

En línea con Macri, Triaca manifestó que buscaran actualizar los convenios de trabajo y aseguró que la modificación "no va en detrimento de los derechos de los trabajadores" sino que "tiene que haber un debate, pero un debate en serio, no para ver qué sacamos, sino para ver qué ponemos".

Cambiemos ya había dado señales claras de cuál sería la posición del Gobierno respecto de la puja capital/trabajo cuando en mayo pasado vetó la Ley Antidespidos. En los considerandos del veto Macri argumentó que "contrariamente a lo fundamentado en la propuesta normativa bajo examen, su aplicación congelará los empleos, mantendrá en la misma situación a los miles de argentinos que hoy trabajan en la informalidad e incrementará la pobreza, como sucedió en los últimos años".

Y, en un guiño al sector del capital, aseguró que "el Gobierno está adoptando las medidas necesarias para generar confianza y que se concrete un período de expansión de la inversión y crecimiento económico y, por lo tanto, de generación de empleo genuino". En los hechos, desde entonces el empleo sigue congelado, los índices de informalidad laboral no bajaron y la pobreza aumentó.

El sindicalismo y la oposición en alerta

En el sindicalismo hay sospechas y preocupación: en el ambiente las declaraciones oficiales “huelen” a una nueva ola de flexibilización laboral. Una de las voces críticas que se escuchó fue la del secretario adjunto de la CGT y titular de UPCN, Andrés Rodríguez, que se manifestó contrario a la injerencia del gobierno nacional en los mecanismos internos de las asociaciones sindicales. "Nos parece que no es responsabilidad del ejecutivo los convenios colectivos de trabajo, son a libertad de las partes", aseguró Rodríguez en declaraciones a FM Blue.

En diálogo con El País Digital, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, también mostró una preocupación similar: “Macri está pensando en romper todo. Se piensa en una reforma laboral para después meterse con los convenios colectivos. Esperamos que haya una dirigencia sindical que no acompañe estas barbaridades”.

“Cuando anuncian es porque tienen algo resuelto, no nos preocuparía que los convenios tengan modificaciones si se hacen acordando con los trabajadores, pero hasta ahora todas las medidas fueron contra nosotros”, aseguró el sindicalista.

Desde Cambiemos minimizaron el impacto de las declaraciones de Macri. El diputado nacional Daniel Lipovetzky, integrante de la comisión de Legislación Laboral,  descartó que el Gobierno vaya a tomar alguna medida que afecte la autonomía de las partes para discutir los convenios, aunque coincidió con el mandatario en que algunos gremios requieren de una renovación.

"Lo que planteó el Presidente es que hay convenios que necesitarían ser modernizados. Respetamos la autonomía de los sindicatos y las cámaras empresarias para negociar los convenios, aunque creemos que muchos necesitan modernización, como condiciones de productividad", afirmó Lipovetzky a El País Digital.

En ese sentido, señaló que "si se actualizan puede ayudar al proceso de creación de empleo genuino" que dice haber encarado el Gobierno y subrayó: "No tenemos en carpeta ninguna agenda de flexibilización de los derechos de los trabajadores, pero tanto sindicalistas como empresarios deberían pensar en modernizar muchas cuestiones vinculadas a las relaciones de trabajo".

Desde sectores de la oposición también se hicieron eco de las declaraciones oficiales. El jefe del bloque FPV-PJ y diputado de extracción sindical, Héctor Recalde, cruzó duro al Gobierno y afirmó: “Se equivoca Macri, no son convenios del siglo pasado. Estuvieron suspendidos 10 años desde 1992, Cavallo mediante, hasta que llegó Néstor Kirchner y comenzaron a negociarse de nuevo los convenios. Y, a partir de 2015, se crearon cerca 2000 convenios colectivos nuevos. Si no me equivoco el 2015 pertenece al siglo XXI, es actual”.

En ese sentido, advirtió que el Presidente "quiere flexibilizar, es manifiesto". "Quiere que se negocien a la baja los convenios, que se suprima, por ejemplo, el derecho a la de ropa de trabajo, que tengan beneficios especiales, adicionales por antigüedad, cualquier suplemento salarial o que se ponga un techo a los convenios colectivos", remarcó.

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