En Europa no pasa IV

El objetivo de esta columna es brindar un panorama europeo que sirva para comparar y entender que Argentina no siempre vive en la peor de las realidades.

Europa vivó dos semanas intensas donde la guerra de las vacunas con los laboratorios y Reino Unido llegó a su fin pero comenzó un conflicto con Rusia. Mientras casi todo el continente está bajo medidas estrictas las sociedades se preguntan cómo volver a clases. Un economista francés pide no pagar la deuda externa. Además se acelera el juicio por un escándalo de corrupción español y un periódico británico dio a conocer que la Reina de Inglaterra influenció en una ley clave en la década del setenta.

A Rusia sin amor

Josep Borrel, el Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, viajo a Rusia con el objetivo de limar asperezas entre la Unión y el Kremlin. La reunión no pudo ser peor. El encarcelamiento del opositor ruso Alexei Navalny complicó todo. Las repuestas diplomáticas rusas cayeron mal y se trasformaron en una lluvia de críticas en el Parlamento Europeo. El conflicto escaló a tal punto que Rusia expulsó a diplomáticos europeos acusándolos de colaborar con las manifestaciones del opositor. La respuesta europea fue similar, con la expulsión de diplomáticos rusos.

Días antes, la canciller Ángela Merkel había conversado con Vladimir Putin sobre la viabilidad de la vacuna rusa y su producción en Europa. Rusia y Alemania participan en la construcción de un gasoducto submarino. Desde Alemania repudiaron la actitud diplomática rusa y condenaron la detención de Navalny pero la obra energética sigue en pie. En algunas oportunidades los negocios y el relato no van por el mismo camino.



Escuelas y lockdown

Casi toda Europa está cerrada para actividades que no sean esenciales. Estocolmo, que atraviesa una tímida apertura, y Madrid son capitales excepcionales donde bares, restaurantes, museos o cines tiene apertura con limitaciones. En Berlín o París la situación es diferente porque está cerrado. Alemania tiene como objetivo bajar la incidencia a 50 casos cada cien mil habitantes para abrir las aulas. Para el comerció no esencial los casos deben ser menores a 35 cada cien mil. Merkel pidió paciencia. En su seno pensaba que podría retrasar la vuelta a clases pero la presión fue superior y la apertura parece cerca.

Uno de los países que decidió abrir actividades no esenciales es Austria que permitirá la apertura de peluquerías y centros de masajes. Para acudir a cortarse el pelo será necesario un PCR. Los representantes del sector criticaron el pedido de pruebas porque afirman que desalienta la actividad. En Alemania se quejaron de esta apertura porque el transito es fluido entre los países. Quien alzo la voz fue el gobierno de Markus Söder, en Baviera. Söder, líder de la Unión Social Cristiana (histórico aliado de Merkel) está en pole position para ser el próximo Canciller. Tiene que hacer ruido.

En Francia hay clases pero es un lio. A mediados de la semana pasada, según datos del Ministerio de Educación, había un total 1.599 clases y 103 escuelas cerradas por la pandemia. El personal docente vive en constante tensión por la situación. En España la tensión es igual. Hay docentes que no dan más. Aulas que se abren y aulas que se cierran y directivos que se estresan.

La conspiración sobre que el virus no existe también llega a los padres que presionan para enviar a sus hijos con algún síntoma o sin hacer el control pertinente al colegio, complicando la labor general. Los directivos tiene que explicar hasta el color del cielo: la realidad supera a las películas de Almodóvar.

No voy a pagar mi deuda

Thomas Piketty (Clichy, Francia) es en este momento uno de los economistas más populares del mundo. Sus libros hablan de distribución de la renta y desigualdad económica. Esta semana publicó una carta, que fue llevó más de cien firmas, reproducida en distintos periódicos, donde planeó dejar de pagar la deuda interna que tienen los distintos países europeos con la Unión Europa. Su argumento es que la devolución de los prestamos y los intereses podrían utilizarse para el gasto social y reactivar la economía pospandemia. Christine Lagarde, ex directora del FMI y actual presidenta del Banco Central Europeo, dijo que eso es imposible y que generaría una crisis de confianza. Lo de Piketty no es nuevo en nuestras pampas. A lo mejor, las discusiones del mundo van en otro sentido del que algunos políticos y periodistas argentinos plantean.

Quien también está en la linea de aumentar el gasto, y como consecuencia el déficit, es Mario Draghi, nuevo primer ministro de Italia. O súper Mario como lo conocen en Europa. En un artículo publicado el año pasado en el Financial Times dijo que de ser necesario hay que enviarle dinero a la población por correo para poner en marcha la economía.

Draghi sera Presidente del Consejo de Ministros italiano, en contrapartida del análisis hecho por esa columna que creía que Giuseppe Conte. Hay que reconocer los errores. La campana de Draghi sonó ayer en el palacio Quirinal luego de recibir el apoyo de casi todas las fuerzas políticas (la ultra derecha no lo apoyó). Lo de la campana no es una metáfora. Cuando un primer ministro italiano realiza la transición tiene que entregar una pequeña campanilla a su sucesor.

Mario Draghi es famoso en Europa por su frase “estamos dispuestos a hacer lo necesario para preservar el Euro”. En el 2012 la moneda común vivía la peor crisis desde su nacimiento. Esa actuación le permitió ser una figura de consenso. Súper Mario fue presidente de la Banca de Italia, trabajó en Goldman Sachs y presidente del Banco Central Europeo. Hoy comienza su gobierno como primer ministro: su principal misión será gastar 200 mil millones de euros para reactivar la economía italiana. La revista Político lo definió como un político que trabajó de banquero y no un banquero que cae en la política. Veremos




Corrupción e influencias

Un partido en el poder. Un libreta con políticos que reciben dinero. Construcciones realizadas con dinero en negro y funcionarios que admiten que reciben sobre sueldos. No es la causa de los cuadernos que nadie vio, sino que se trata del caso “Bárcenas”, que mantiene en vilo a la política española. Una investigación del diario español El País en 2013 dio a conocer que Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, realizó una contabilidad paralela durante dos décadas con dinero en negro. Bárcenas decidió colaborar en una investigación que afectaría a los ex presidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.

El periódico británico The Guardian también estuvo investigando: reveló que la Reina de Inglaterra presiono al gobierno británico en la década del setenta para cambiar la ley y así poder ocultar su riqueza. En concreto se trata de una ley de 1973 cuyo objetivo era dar transparencia a los dueños de acciones. El “lobby” de la casa real permitió que se excluyeran de publicar las empresas en donde la Reina tenía participación accionaria y así no pudiera valuar su fortuna.


La imagen es gentileza de El País de España


Elecciones y agroquímicos

Al cierre de esta nota se realizan las elecciones en Cataluña, claves para la política español y para las estrategias occidentales en general. Al parecer los socialistas, con el ex ministro de Sanidad Salvador Illa a la cabeza, estarían primeros.



No quería dejar de contarles que en Alemania a partir de 2024 se prohibirá el uso de glifosafo. Aún falta mucho y se debe aprobar en el Bundestag (parlamento alemán). La ley, que busca promover la conservación del patrimonio natural, fue producto de negociaciones de ministerios de agricultura y medio ambiente.

Qué venezolanos estos alemanes.

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