“Es una obligación de la crítica defender la libertad de expresión y luchar contra la autocensura”

ENTREVISTA. Nahuel Billoni entrevistó a Carlos Federico Rey, uno de los responsables del sitio A Sala Llena, especializado en crítica y reflexión cinematográfica. Corrección política, Marvel, algoritmos y cinefilia.


¿Cómo presentarías A Sala Llena?

A Sala Llena es un proyecto que comenzó de la mano de Matias Orta y José Luis de Lorenzo allá por el año 2009 y nació por la necesidad imperiosa de un grupo de personas de poder discutir sobre cine. Era una época donde recién nacían las redes sociales y la discusión sobre cine todavía vibraba en revistas de papel, A Sala Llena comenzó a cubrir estrenos y festivales de cine con voracidad, siempre haciendo foco en la crítica de cine como elemento disruptivo, como complemento de una película, como elemento que nos ayude a pensar el mundo. Esa voracidad derivó en la actual versión del sitio donde ofrece múltiples posibilidades como cursos presenciales, cursos en line, colecciones de libros en papel, ebooks y por supuesto se siguen cubriendo estrenos, haciendo dossiers sobre directores o simplemente analizando una película que cualquiera de los redactores proponga. El sitio cambió mucho en estos 12 años pero la idea sigue siendo la misma: necesitamos continuar discutiendo sobre cine.


¿Cómo es el lector del sitio?

El lector de A Sal Llena es absolutamente heterogéneo ya que en el sitio también conviven distintos tipos de redactores con estilos e ideas muy disimiles. Hay lectores ávidos de consumir teoría sobre cine, dossiers, análisis sobre directores  y otros que solo se interesan por los estrenos. Desde la dirección del sitio nunca se intentó “moldear” al lector a imagen y semejanza de una idea particular, siempre se apuntó a la multiplicidad de ideas. A lo largo de los años se han publicado textos muy polémicos que generaron revuelo y cientos de comentarios y eso es lo que busca A Sala Llena, que el lector interactúe, que se apasione. Que los textos generen polémica y sean el puntapié para el intercambio con los lectores, eso hace que los textos se mantengan vivos y perduren.


En los últimos años han ramificado sus contenidos con cursos, libros y audiovisuales, ¿cómo seleccionan los proyectos?

No hay una forma particular en la cual se seleccionan los proyectos. Muchas veces los proponen los mismos docentes/críticos que brindan los cursos y otras veces se seleccionan desde la Dirección del sitio. En cuanto a los libros creo que se trazó una idea desde la dirección sobre que libros serían importantes publicar para que colaboren en la formación de nuevos críticos o simplemente de nuevos cinéfilos. Se lograron hitos muy importantes como publicar en conjunto con el BAFICI. Quiero destacar acá a la figura de Jose Luis De Lorenzo que es el responsable directo del crecimiento de los proyectos de A Sala Llena, sin duda es uno de los mejores productores de proyectos culturales que hay el país, lo demostró con hechos a través de los años.



¿Cómo describirías el estado actual del cine?

Creo que el cine está en un momento muy delicado en cuanto a su presente y no soy optimista en cuanto a su futuro, pero, paradójicamente, cada vez aparecen mejores copias restauradas de películas del último siglo que están al alcance de la mano y son un bálsamo para compensar este presente. La pandemia aceleró los tiempos y en la reapertura de los cines ya no se estrenan películas “medianas” esos dramas o comedias que nutrían la cartelera todos los jueves, solo quedó lugar para los tanques de franquicia, para películas animadas o para el único género que sobrevive en las pantallas que es el cine de terror.

Por otro lado, veo que la corrección política se está llevando puesto al cine como arte, si hablamos estrictamente de Hollywood el cuadro empeora, la autocensura para evitar la cancelación hizo prácticamente que desaparezca la comedia, algo de eso dijo Todd Phillips que pasó de hacer películas frescas e incorrectas como The Hangover o Due Date a la solemnidad de Joker porque siente que no puede hacer lo que realmente quiere. Algo parecido le sucedió a Adam Mckay que de ser pilar de la Nueva Comedia Americana pasó a hacer intrascendentes películas políticas. En este contexto hay directores que se convirtieron casi en una resistencia, como Tarantino que en Once Upon a Time in Hollywood sigue haciendo lo que quiere y contándolo como quiere. Creo que es una obligación de la crítica defender la libertad de expresión y luchar contra la (auto) censura.



Coincido con respecto al ejemplo de Tarantino. Once Upon… es una película para despedir una época pero sobre todo, para discutir esta. Y hablando de épocas, ¿la cultura de cancelación es el nuevo Código Hays?

Mira, opera de forma parecida al Código Hays, la diferencia es que acá no está la MPAA para decir que es moralmente aceptable o no, creo que la autocensura por temor a la cancelación esté hiriendo gravemente el arte cinematográfico. No está la Motion Picture pero  tenes un batallón de fusilamiento en las redes sociales si te metes con algún estereotipo que ofenda a alguien. Ahora pregunto ¿la incorrección y la polémica no son un cimiento de lo artístico? ¿No aprendimos con Bazín que el cine tiene la obligación de mostrarnos la ambigüedad del mundo? Hay una –peligrosa – pretensión de discurso único escondido en supuestas buenas intenciones que me parece gravísimo. El cine se está convirtiendo en un juego algorítmico, diseñado por las plataformas, basado en estadísticas de visionado de las distintas películas que tienen en sus catálogos. La cultura de la cancelación elimina a los autores y vuelve a una empeorada versión del cine de estudios.


Si pensamos en el cine mainstream, pensamos en cine de super héroes. ¿Rescatás algo de ese subgénero? 

Casualmente acabo de ver Black Widow y me gustó bastante. Marvel tiene esa pulsión de disfrazar en películas de superhéroes a dramas sobre la imposibilidad de poder vivir una vida normal – como los viejos monstruos de los Estudios Universal hace ya casi un siglo – Ya habíamos visto en Avengers como Natasha Romanoff no podría concretar ese amor incipiente que tenía con Hulk y ahora vemos un drama filial-familiar en todo su esplendor. Marvel siempre trabaja esa línea, Stark hijo quería superar a Stark padre, en Avengers Age of Ultron – esa hermosa gema fordiana de Joss Whedon – vemos a Hawkeye sufrir ante la imposibilidad de mantener un matrimonio normal. Marvel es un estudio totalmente autoconsciente de la historia del cine clásico americano y actúa en consecuencia.



En el lado opuesto está DC que da saltos espasmódicos y no logra consolidad una línea autoral. Nada tienen que ver el Batman de Nolan con cualquier cosa que haya hecho Snyder. Todavía no vi la nueva versión del Escuadrón Suicida, pero tengo muchas expectativas en esa película ya que James Gunn me parece un director por encima de la media – las dos Galaxy son frescas, lúdicas y repletas de humor – veremos que nos puede regalar en la tercera entrega.


Mirando el cine de Hollywood, ¿cuál fue el último director del cual dijiste “ahí hay un autor”?

Hay una frase que se utilizaba mucho entre los que defendían la teoría de autor en la época que yo estudiaba crítica de cine que decía “La peor película de Vicente Minnelli (considerado un autor) es superior a la mejor película de John Houston (considerado un director ecléctico)” Yo creo que en el cine de Hollywood de hoy hay más Houston que Minnelli, pero igualmente me voy a animar a dar algunos nombres. De los últimos años me parece muy interesante todo lo que hace S. Craig Zahler. Hizo tres películas muy interesantes Bone Tomahawk una especie de western con caníbales Dragged Across Concrete y  Brawl in Cell Block 99 dos películas con una violencia seca, con añadidura al cine americano de los setenta. Creo que hay una mano reconocible atrás de cada plano, hay un estilo. Después me parece muy interesante todo lo que sale de la factoría de Judd Apatow – por más que ya estén dando vueltas hace 15 años -, especialmente el mismo Apatow y Nicholas Stoller que renovaron la comedia americana con frescura, aunque ahora se están apagando por el temor a la cancelación ya que habían estructurado su cine con el cimiento de la incorrección. La segunda película de Robert Lorenz que se estrenó hace poco – The Marksman es extraordinaria, dialoga con la primera Trouble with the Curve y con todas las películas de Clint Eastwood, hay un amplio conocimiento del cine clásico ahí. Hay que seguir de cerca también a Taika Waititi, un tipo que logra puntos de contacto con un humor reconocible tanto en un fake de vampiros -What We Do in the Shadows – como en Thor o directamente ponerle humor al holocausto en Jojo Rabbit, creo que hay algo distinto ahí que tenemos que seguir de cerca.


 

 

 

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