Fernández recibió apoyo de los gobernadores y la cuarentena iría hasta el 23 de abril

El plan es flexibilizar pocas actividades y continuar con el aislamiento social. Un salto grande de contagios durante esta semana podría hacerlo extender incluso hasta mayo.

El presidente Alberto Fernández recibió este martes por la noche el respaldo de los gobernadores y del jefe de Gobierno porteño para extender el aislamiento social obligatorio y "flexibilizar" solo unas pocas actividades, en principio, hasta el 23 de abril, en el marco del avance de la pandemia del coronavirus en la Argentina. 

El jefe de Estado se comunicó con los 24 mandatarios provinciales por videoconferencia desde la residencia de Olivos (Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador Axel Kicillof fueron hasta allí), y les contó que la idea es que el período de cuarentena siga después del 13 de abril, que era el plazo que había dispuesto tras la prórroga decidida el 31 de marzo pasado. 



Según indicaron a Télam fuentes oficiales, los gobernadores dieron su aval a esa decisión, apoyada en las recomendaciones del Ministerio de Salud y el comité de expertos que asesora al Ejecutivo nacional, compuesto por algunos de los médicos infectólogos más importantes del país. 

Si bien en un comienzo la idea era "flexibilizar" algunas actividades para comenzar a reactivar la economía, tal como pedían los ministros Matías Kulfas (Producción) y Claudio Moroni (Trabajo), Fernández considera que no puede haber un "relajamiento" con la cuarentena, y más durante las semanas venideras, cuando se espera el pico de muertes y contagios. 

Incluso, el aislamiento social obligatorio podría extenderse hasta mayo. Para determinar el plazo que pondrá esta vez, el presidente esperará a que concluya esta semana y observar cómo es el comportamiento del virus Covid-19: en caso de que suceda un gran salto en los contagios, los más probable es que se extienda hasta mayo y no hasta el 23 de abril, como se piensa ahora. 

Ayer, funcionarios del Gobierno se reunieron con representantes industriales, comerciales y sindicales, con el objetivo de analizar cuáles actividades pueden llegar a comenzar desde la próxima semana "sin afectar a la salud". Las conclusiones de ese encuentro le llegaron luego al jefe de Estado, aunque desde Olivos ya anticiparon que la "flexibilización" no será la que esperaban muchos sectores de la economía. 



Fernández sabe que un "relajamiento" en la cuarentena puede echar por tierra todo el esfuerzo que se realizó hasta ahora con las casi tres semanas de aislamiento, decretado el 19 de marzo pasado. Lo que sucede en Italia, España y ahora en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil parece haber demostrado que aquellos países que en un principio minimizaron el tema, luego se vieron obligados a implementar una cuarentena al estilo de la que existe en Argentina. 

El temor principal que se maneja en Olivos es que, en el afan de reactivar las actividades, se descuide el necesario distanciamiento social y se dispare el contagio comunitario del virus. Y, como se sabe, una vez ocurrido eso, es difícil frenarlo. Por eso, el argumento del presidente continúa siendo: "Primero está la salud, luego la economía". 

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