Fuerte desmejoramiento de las percepciones sobre la situación laboral

Dos de cada tres habitantes del AMBDA creen que hoy tienen menos posibilidades que el año pasado de encontrar trabajo. Según datos de la UNSAM, la crisis económica empieza a impactar en la percepción social.

Según un informe del Monitor Sociolaboral de la Universidad de San Martín, el mercado laboral ya refleja la crisis económica. La evidencia muestra que en junio empeoró considerablemente la percepción sobre la actualidad y las expectativas a futuro de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano (AMBA) respecto de la situación laboral del país.

Por un lado, se incrementó la sensación de inestabilidad laboral; en este sentido, dos de cada tres encuestados aseguraron que hoy tienen menos posibilidades de encontrar trabajo. La medición de junio es la más alta de los últimos 18 meses y se disparó más de once puntos porcentuales desde marzo como producto de la corrida cambiaria.



Además, este indicador muestra un empeoramiento sostenido en los últimos nueve meses, cuando la sensación de inestabilidad saltó 20 puntos y pasó de 47% en septiembre de 2017 al actual 67,6%.

Como contracara de la inestabilidad, la estabilidad laboral medida entre la población del AMBA que actualmente cuenta con empleo y su preocupación por perderlo afecta al 54%. Se registra un fuerte desmejoramiento en la estabilidad percibida en los últimos nueve meses, cuando aumentó casi 15 puntos la cantidad de empleados preocupados por su puesto de trabajo.

El dato más preocupante es que, entre los trabajadores de nivel educativo más bajo, el miedo a perder el trabajo se agudiza todavía más y alcanza el 63%.

En este mismo sentido, aumentó en la sociedad la percepción sobre el desempleo: hoy uno de cada dos habitantes del área metropolitana cree que la desocupación aumentó en los últimos tres meses, el valor máximo del último año y medio.

También, lo que el informe identifica como “fantasma del desempleo”, o sea, una experiencia de despido reciente en el entorno cercano del encuestado, subió casi cuatro puntos al 52,3% en junio y alcanzó números similares a los mostrados en noviembre de 2016. Y la proporción de quienes aseguran no registrar despidos cercanos recientes cayó del 43,7% al 36,4%.

Otro indicador que creció durante el 2018 es la percepción sobre la informalidad laboral. En lo que va del año, aumentó 16 puntos la cantidad de encuestados que creen que hay más trabajo informal, y pasó del 29% en diciembre pasado al 39% en marzo y, finalmente, al 45% en junio.

“En marzo, el 30,4% sostenía que el trabajo no registrado se había mantenido igual, mientras que un 39,0% opinaba que estaba creciendo. Ahora, cae al 20,6% el porcentaje de quienes ven estable la situación de la informalidad laboral y crece casi 7 puntos la proporción de quienes perciben un incremento en el empleo no registrado”, señala el informe.

A junio, aparte de la estabilidad laboral, las principales preocupaciones de los trabajadores que cuentan con empleo son la insatisfacción con la situación laboral, el fuerte desmejoramiento del poder adquisitivo de los salarios y el bajo cumplimiento de los derechos laborales.

En primer lugar, en septiembre del año pasado, casi seis de cada diez trabajadores del área metropolitana se declaraban satisfechos con su situación laboral, mientras que en junio de 2018, únicamente 4 de cada 10 trabajadores se manifiestan de esa manera.



También desmejoró la percepción sobre el poder adquisitivo: en junio tres de cada cuatro trabajadores creen que disminuyó el salario real en los últimos tres meses, y es el peor registro de los últimos 18 meses.

En línea con la baja del salario real actual se desplomaron las expectativas a futuro, y hoy el 73% de los asalarados cree que durante el año sus ingresos van a aumentar por debajo de los niveles de inflación.

Por último cayó al mínimo de la serie la percepción sobre el cumplimiento de los derechos laborales: solo cuatro de cada diez trabajadores cree que se respetan los mismos. Cabe destacar que entre las mujeres se observa un agravamiento del fenómeno de incumplimiento de las normas laborales, donde el porcentaje baja al 37,5%.

Crisis del mercado y aumento de la conflictividad sociolaboral

Como consecuencia de la crisis económica y el desmejoramiento de todos los indicadores de empleo, aumentó fuertemente la percepción sobre paros, movilizaciones y huelgas. Hoy siete de cada diez habitantes del AMBA asegura que aumentó la conflictividad laboral y el 66,7% considera que en los próximos meses las protestas y huelgas van a aumentar. En marzo el valor correspondiente a esa creencia era del 48,9%.

También producto de la crisis en el mercado laboral, se generó una mayor legitimidad en las medidas de fuerza sindicales. Mientras el informe señala que a lo largo de todo el ciclo analizado se mantuvo estable una suerte de “empate ideológico”, hoy “predomina en forma mayoritaria la opinión según la cual las protestas ‘son reclamos legítimos’. Paralelamente, ha perdido terreno en la opinión pública el postulado según el cual las protestas son ‘cuestiones políticas’”, concluye el informe.



A su vez, se generó un cambio de opinión en la sociedad, y el Gobierno nacional cae en la consideración al definir quién es el actor institucional que mejor defiende a los trabajadores. Solo un 9,8% considera que es el Gobierno nacional el actor que mejor representa los intereses, y cayó diez puntos en los últimos tres meses.

Según la opinión de la sociedad, un 31,7% considera que quienes mejor defienden a los trabajadores son los mismos trabajadores. En segundo lugar, aparecen los sindicatos, seleccionados por el 22,5% de los trabajadores, que superaron por primera vez en la serie al Gobierno nacional como opción y le sacan 13 puntos de distancia.

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