Giro del FMI: ¿por qué ahora considera que la deuda es “insostenible”?
El fondo dio un fuerte gesto de apoyo político a las negociaciones de Argentina con los acreedores privados. ¿Autocritica real o una movida en beneficio propio?
Sin dudas, el comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se dio a conocer ayer, fue un espaldarazo político al gobierno de Alberto Fernández y, sobre todo, a las negociaciones que dio inicio el ministro Martín Guzmán con el organismo internacional de crédito.
Bajo el eufemismo de “contribución apreciable de los acreedores privados”, el FMI le hizo un guiño a la posibilidad de una quita a los bonistas extranjeros. Gracias a este apoyo la posición argentina se fortaleció en lo que se proyecta como una ardua negociación con los acreedores privados.
¿En qué basó el FMI su cambio de postura frente a la Argentina? A pesar de todavía no haber presentado el plan económico de sustentabilidad, el gobierno nacional envió diversas señales al Fondo respecto del control del gasto. Por un lado derogó la ley de movilidad jubilatoria que hubiese llevado al límite las cuentas fiscales, mientras avanzó contra las jubilaciones de privilegio.
Además mostró una fuerte baja del gasto público, congeló los ingresos al Estado y derogó la doble indemnización para la planta estatal, señales que fueron tomadas en consideración por el board del organismo de crédito para emitir un comunicado fuertemente respaldatorio.
El FMI también hizo un seguimiento del deterioro en los principales indicadores macroeconómicos del país para respaldar el concepto de “insostenibilidad” de la deuda.
En los últimos seis meses la devaluación del peso rondó el 40%, lo que disparó el peso de la deuda medida en dólares. Esta brusca depreciación hizo que la proporción deuda/PBI superara el 90%, más de 13 puntos por encima de la estimación que había hecho el propio FMI en su Cuarta Revisión del 12 de julio de 2019.
Por otro lado se corroboró una salida de capitales que debilitó la posición de las reservas del Banco Central: en medio año la autoridad monetaria perdió aproximadamente USD 20.000 millones, casi un tercio del total de las reservas. Este punto fue señalado por el FMI, ya que constituyen una herramienta de política monetaria fundamental y un indicador de solvencia hacia el exterior.
También hubo una contracción del PBI por sobre las estimaciones del organismo de crédito. La previsión hacia inicios del año pasado había sido una caída del 1,7% para la economía argentina, sin embargo las proyecciones indican un retroceso cercano al 2,3%.
A fin de cuentas este giro histórico del FMI respecto de la deuda argentina también puede leerse como la búsqueda de un reaseguro de pago por parte del organismo. Al apoyar la negociación de Argentina con los tenedores privados, y además apoyar la posibilidad de una quita, el Fondo busca un escenario desdoblado de negociación que le permita al país encarar principalmente los compromisos con el propio FMI.
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