“La legalización de la marihuana tiene dos perspectivas: una sobre los derechos ciudadanos y otra sobre la industrialización”

ENTREVISTA. EPD diálogo con Hirepan Maya desde México, el diputado nacional por el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).


A principios de marzo, la cámara de diputados de México dio un paso histórico al aprobar, ante la exigencia de un fallo de la Suprema Corte, la legalización de la marihuana con fines recreativos, lúdicos e industriales. El proyecto de 55 artículos, que espera su ratificación por parte del Senado, permitiría la tenencia de hasta 28 gramos bajo un “enfoque de libre desarrollo de la personalidad, salud pública y respeto a los derechos humanos”. De esta manera, se convertiría en el tercero del mundo en dar este paso, sólo por detrás de Uruguay y Canadá, y podría convertirse en el mercado legal de la marihuana más grande del mundo con casi 126 millones de habitantes. El cambio de enfoque y estrategia nacional implica una vuelta profunda con relación a la fallida “guerra contra las drogas” lanzada por la administración del expresidente Felipe Calderón en 2006 y que dejó un saldo de más de 200.000 muertos y 60.000 desaparecidos.

En diálogo con El País Digital desde México, el diputado nacional por el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Hirepan Maya, quien armó un porro durante su discurso en el debate, adelantó que esperan que el proyecto sea aprobado en el Senado sin modificaciones y aseguró que “establece un modelo regular de consumo y portación responsable” que “de ninguna manera criminaliza”. En este sentido, destacó que el proyecto también se centra en la industrialización del cáñamo (derivados del cannabis): “Tiene dos perspectivas claras: una referente a los derechos ciudadanos y otra referente a la producción e industrialización”, agregó. Además, afirmó que con esta iniciativa se abre la puerta para debatir la legalización de otras drogas porque “el gobierno y la sociedad están dispuestas”.


Una crítica que se hace al proyecto aprobado es que todavía penaliza la tenencia personal por encima de los 28 gramos, ¿Lo considera así?


No, son críticas injustificadas. Todavía no hay condiciones para regular de otra manera. La portación pasa por una revisión del modelo de seguridad que se tiene y otras cosas que hacen falta que se irán construyendo de a poco una vez procesadas todas las reglamentaciones de esta ley. De ninguna manera criminaliza. Establece un modelo regulador de consumo y portación responsable. La influencia del narcotráfico sigue siendo un problema de seguridad nacional que se tiene que atender y liberalizar la portación de un día para el otro llevaría a una situación compleja.


¿Cómo afectará esta reglamentación a la Guerra contra las Drogas?


Nos va a permitir abordar el consumo y la producción desde otra manera. Además, se centra en la producción e industrialización del cáñamo y todos los procesos de transformación que derivan del cannabis. Eso nos va a permitir avanzar hacia la búsqueda de una sociedad más responsable. Va a impactar porque es parte de una nueva estrategia del gobierno más responsable en el combate contra las drogas y el crimen organizado. Esta ley viene a abonar directamente en este combate.


¿Qué puede decir de las críticas de la derecha que se opone a esta ley porque dice que aumentará el consumo?


Es una posición hipócrita. Ellos quieren otro modelo más enfocado en los negocios porque seguramente tendrán alguna participación. No podemos abonar que se va a aumentar el consumo. Al contrario, estamos planteando un consumo regulado, maduro, responsable y una regulación sobre la producción. La posición de la derecha es falsa, de doble moral con la que tratan de desacreditar este proceso donde la ciudadanía ha sido partícipe. El combate que estableció el Partido de Acción Nacional (PAN) en el pasado a través de una guerra abierta y declarada no funcionó y hubo miles de muertos junto al crecimiento y la proliferación de células del narcotráfico en todo el país. La estrategia de ellos es fallida. Nosotros estamos avanzando en otro sentido.


¿Ven una oportunidad de aumentar el poder y la influencia de México en esta materia a nivel mundial?


Desde luego. México avanza mucho con esta regulación y se pone en el debate internacional. Lo hace, además, con una regulación propia sin copiar modelos de otros países. Esta ley pone a México en ese nivel, pero lo pone desde una perspectiva integral, social, de desarrollo, de transformación del cannabis y del cáñamo. El centro de la regulación, más allá de lo recreativo que es un tema de derechos y del libre desarrollo de la personalidad, pasa también por un modelo económico que tiene que ver con la industria del cáñamo. México está llamado a ser una potencia mundial en la producción del cáñamo y se requería de esta regulación para lograrlo.


¿Cómo describiría la participación del presidente Andrés Manuel López Obrador en el proceso?


Primero cumplimos con un mandato de la justicia, pero también fue un compromiso que hizo el gobierno. Hemos tratado de sacar la ley en los mejores términos para el beneficio de todas las partes. Ese es el papel que ha tomado el presidente con una gestión basada en el cumplimiento de muchas demandas en los derechos que ha estado ausente en la vida pública de México. Son demandas que el pueblo ha venido exigiendo a lo largo de los últimos 30 años. Consideramos que el presidente se pone a la altura de los principales países del mundo.


¿Cuáles serán los siguientes pasos?


Nos va a permitir discutir con mayor amplitud los temas que se derivan de esta ley. En materia del cáñamo nos pone en una perspectiva muy favorable. El debate no ha concluido, al contrario, inicia apenas el verdadero debate de los procesos de regulación. Cómo el Estado va a establecer esa regulación que va a permitir la incorporación de sectores productivos; la parte lúdica y de derechos; y, sobre todo, que se abandone la estigmatización y persecución de los consumidores. Es una ley que tiene dos perspectivas muy claras: una referente a los derechos de los ciudadanos; y otra referente a la producción y la industrialización, la parte económica, el desarrollo y la recuperación del campo. Vienen muchas cosas.


¿Se puede esperar una regulación del resto de las drogas?


Si, es parte del debate que se tendrá que ir dando. Sobre todo, el tema relacionado con la amapola. En México tenemos problemas graves en esa materia y en drogas sintéticas. Hay cosas en las que se ha avanzado. Primero tendremos que completar este pequeño paso, que es, a la vez, un gran avance. Una vez regulada esta ley podremos ir ampliando el discurso y el debate sobre las otras drogas y la indicación de usos médicos que pueden tener algunas sustancias que se usan de manera ancestral. Tenemos todo para ir en esa dirección porque el gobierno y la sociedad están dispuestas.

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