Los argentinos mantienen una fuerte confianza en el Estado

Según una investigación del Centro de Estudios de Comunicación Aplicada de la Universidad Austral, el 61% prefiere que el Estado se haga cargo de la mayor parte de las cosas. Al 53%, las empresas públicas le generan mayor confianza que las privadas.

Un informe de los investigadores Juan Pablo Cannata, Augusto Reina y Máximo Reina, del Centro de Estudios de Comunicación Aplicada (CECAP) de la Universidad Austral, reveló que los argentinos tienen una buena valoración del empleo público y califican al empleo privado como “inestable e inseguro”.

En línea con dicha afirmación, el 61% de los argentinos prefiere "un país donde la mayor parte de las cosas las hace el Estado", mientras que un 23% optó por las empresas privadas. Esto revela una fuerte confianza de la población en las empresas y los servicios que brinda el Estado, una afirmación sustentada por el 53% respondió que la empresa pública le genera más confianza, mientras que solo el 34% eligió la empresa privada.

Por lo tanto, a pesar de estar asociado con una cierta baja eficiencia, el Estado “continúa siendo el último garante de cierta solidaridad pública”.

Estado y mercado laboral

Consultados sobre preferencias laborales, la mayoría de la población elegiría trabajar en una dependencia del Estado: a iguales condiciones de trabajo un 48% prefiere un empleo público frente al 44% que prefiere un empleo en el sector privado.

Contrario a lo que podría suponerse en primera instancia en las percepciones sobre el empleo público, prevalecen entre los argentinos una percepción de “humanidad” con el trabajador que genera cierta simpatía.

“(El empleo público) es descripto como un lugar donde el empleo se desarrolla de una manera más humana”, resalta el informe a la vez que asegura que “en el empleo público se demandan resultados que no necesariamente tienen que ver con lo económico y, por estos motivos, se respeta más el desarrollo de la persona”.



A esta “humanidad” atribuida se le suman otras cualidades percibidas tales como la estabilidad y la tranquilidad, que les permite a los trabajadores acceder a mejores sueldos y mejores condiciones laborales.

Según el relevamiento del CECAP esta visión afable, humana y próxima del Estado como empleador es aún más destacada en el interior del país y las comunidades chicas. “En el interior, el Estado tiene rostro: la proximidad lo refuerza, la presencia física lo hace presente, y la cercanía social le da familiaridad. Muchos de esos empleados pueden ser amigos, conocidos o parientes”.

Por otro lado al momento de consultar sobre el empleo en el sector privado se generan fuertes críticas vinculadas con una percepción de “inestabilidad”, “incertidumbre” e “impersonalidad en el trato humano”.

“El sector privado es asociado inmediatamente a las empresas y al empresario. Principalmente, surge la referencia a las grandes empresas y al empresariado de alto poder adquisitivo, no tanto a las PYME, cuentapropistas o profesionales independientes”. Esto lleva a que se asocie el empleo privado con las grandes empresas y absorba todo el marco negativo que las subyace, señala el CECAP.



De esta manera, el empleo privado destaca por poseer más atributos negativos que positivos: aparece como la contracara de la estabilidad y como únicamente orientado a las ganancias de los empresarios. Sin embargo, las empresas mantienen el aspecto positivo al ser percibidas como generadoras de empleo.

Similares percepciones negativas genera entre los argentinos la figura del empresario: “Se les recrimina su interés, su ambición por el dinero y su objetivo irreductible atado a la ganancia o el lucro”, afirma el informe.

En este sentido, a la figura del empresario argentino se la ve como carente de solidaridad y sin proyección social, un agente al que no se le atribuyen rasgos positivos como la generación de empleo, la innovación o la competitividad.

Ficha técnica de la investigación


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