No queremos menos que la igualdad. ¡Ley Integral Trans YA!

OPINIÓN. No es un capricho, ni es una posición personal, es el llamado urgente de miles de personas Trans en Argentina que necesitamos una ley máxima que garantice nuestros derechos humanos y el acceso a ellos.


Llegó el momento de tener una Ley Integral Trans en Argentina. No es un capricho, ni es una posición personal, es el llamado urgente de miles de personas Trans en Argentina que necesitamos una ley máxima que garantice nuestros derechos humanos y el acceso a ellos. 

Actualmente, en el Congreso de la Nación hay al menos 15 proyectos de leyes para la población Trans, sin embargo, ninguno de esos proyectos tiene una visión tan amplia y abarcativa como el proyecto de la Ley Integral Trans No. 2786-D-2020. Necesitamos una ley donde ningunx quede afuera, que abarque desde la niñez Trans hasta lxs adultxs mayores trans, esa es nuestra propuesta cuando presentamos al Congreso de la Nación y a la sociedad argentina este proyecto de Ley.

Yo soy parte de la generación de los años setenta y ochenta, y mis recuerdos están ligados a los departamentos de policías y la violencia de género ejercida contra nosotras. Viví en carne propia la migración forzada a la que estamos expuestas históricamente las personas trans, huyendo de la muerte, buscando un lugar donde se respete nuestro derecho a la identidad auto percibida, donde podamos realizar nuestros sueños. Y ésta es la historia que se repite en miles y miles de personas Trans en Argentina, algunas sobreviven, sobrevivimos y podemos contar esta historia, otras ya no están, se las llevó la muerte, el machismo asesino, el Estado que violenta y abandona, y una sociedad que guardó silencio ante cada muerte de una persona Trans. 

Por eso no podemos perder el tiempo, después de 10 años de la Ley de Matrimonio Igualitario y 8 años de Ley de Identidad de Género, necesitamos ir por más, por una ley máxima. No podemos seguir avanzando de a poco con leyes que no abarcan integralmente nuestras necesidades y urgencias. ¿Cuántas de nosotras van a morir esperando una ley Integral?

Hace 10 días se nos fue otra compañera trans, una histórica militante por los derechos humanos de la comunidad trans, Marcela Ibáñez. Una compañera marginada a la extrema pobreza, que transitó sus últimos días en una pieza de dos por dos, excluida de todo, cobrando una pensión que no alcanzaba para cubrir las necesidades básicas. Una persona que sufrió la violencia de la dictadura cívico-militar-eclesiástica, que vivió en carne propia la violencia institucional hasta su último día. El Estado es el responsable de todas las violencias que sufrimos las personas trans en Argentina. 

Es necesario que el Estado argentino repare toda la ausencia, todos los años de violencia y todos los maltratos que sufrimos las personas trans desde la dictadura militar y que continuó con el regreso de la democracia. Etapas de nuestra historia donde las personas trans no pudimos acceder al derecho a la identidad, a los derechos sociales, económicos, culturales, políticos y ambientales. El Estado y sus funcionarixs deben recordar, y en muchos casos, saber que en Argentina tenemos una Ley de Identidad de Género (2012) que solucionó en un 30% la situación de las personas trans. Falta un 70% que corresponde a la inclusión laboral, la inclusión habitacional, el acceso real a la salud integral, a la educación y a todos los derechos que nos están faltando.

No queremos que la ley Integral Trans sea “letra muerta”, ni una ley desfinanciada. Porque podemos tener una Ley, pero el Estado tiene que poner a disposición los recursos necesarios para solventar y resolver las problemáticas por las cuales necesitamos que se implemente esta legislación. Esto es parte de unos de los principales reclamos que hacemos – desde hace varios años – desde la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA). ¡Exigimos un presupuesto nacional para la población Trans!

Cuando hablamos de la Ley Integral Trans hablamos del acceso a todos los derechos. Por ejemplo, en términos de acceso al derecho a la educación, gracias a la Ley de Identidad de Género ya tenemos una generación de jóvenes adolescentes Trans que están pudiendo terminar su secundario con menos discriminación y violencia, ahora necesitamos ir por una ley que garantice el acceso a la educación terciaria con igualdad de oportunidades, pero también de condiciones, para que al cabo de unos años haya más personas Trans profesionalizadas ocupando espacios en el sector público y privado.  

En cuanto al derecho a la salud integral, podemos aportar un dato muy significativo, actualmente hay una lista de espera con más de 600 personas trans que aguardan ser llamadas para acceder a las cirugías de cambio de sexo/reasignación en los servicios de salud y nos encontramos con que no hay presupuestos. No se pueden habilitar los quirófanos. Y lo que no hay, en realizad, es voluntad política. 

Esta falta de voluntad política también es uno de los principales desafíos que enfrenta la propuesta de Ley Integral Trans en Argentina frente a las propuestas de Cupo Laboral Trans. Por estos meses hemos visto a diferentes diputadxs presentando proyectos de ley para el cupo laboral trans donde, a través de sus argumentos, dejan ver como si la comunidad trans se hubiese creado a fines de los 90. La comunidad trans no son dos personas, hay decenas de organizaciones trans con capacidad de voz y voto, hay muchxs líderes trans que deberían ser parte del debate político. Toda legislación para la población Trans debe representarnos a todxs.

Es urgente que las Organizaciones de la Sociedad Civil que tenemos representatividad dentro y fuera de la comunidad trans podamos debatir, porque no podemos seguir haciendo parches como se quiere hacer con el cupo laboral trans, el acceso a la vivienda, el acceso a la salud integral. No podemos acceder a un nuevo derecho cada cuatro años, mientras nuestrxs compañerxs se siguen muriendo esperando una Ley que pretenda reparar los daños y el genocidio del que somos víctimas las personas trans, de las que estamos en Argentina, y de las que migraron. Porque nadie migra por migrar. Lo peor que te puede pasar es irte de tu país.

El Estado Argentino, y en este caso, lxs Diputadxs que están a cargo de las leyes, tienen que reunirse con nosotrxs, tienen que debatir con toda la comunidad trans las legislaciones orientadas a nuestra población. Y en este sentido el narcisismo debe quedar por fuera. Porque más tarde ellxs serán responsables de la falta de acceso a los derechos humanos de las personas trans y de las muertes que eso conlleva.

Impulsamos la Ley Integral Trans, entre los otros motivos expuestos, porque el capítulo de inclusión laboral contempla tanto a lxs jóvenes como a las personas trans adultas mayores; que con las propuestas existentes quedaríamos por fuera de toda posibilidad de inclusión laboral. Hablamos de personas trans mayores de 35 años – sobrevivientes – que no podrán acceder a un trabajo formal, a una jubilación, ni a todos los derechos que tiene cualquier trabajador/ra.

Por eso les pido a lxs funcionarixs públicos que nos escuchen, y que investiguen qué sucede con las legislaciones en otros países. Repliquemos las buenas prácticas de las legislaciones de otros países, como en el caso de Uruguay. Porque cuando hablamos de derechos, tienen que ser para todos, todas y todes.  

La Ley Integral Trans va a ser una ley para todas las personas trans. Para que las infancias sean libres; para que las adolescencias y juventudes puedan planificar su futuro con mejores oportunidades; y para las personas trans mayores, quienes podremos irnos de este mundo siendo reconocidas por el Estado, escuchadas y reparadas. 




Sobre la autora: Marcela Romero. Activista transfeminista y defensora de los derechos humanos. Coordinadora Regional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans (RedLacTrans). Presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA). Expesidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT). directora y fundadora de Casa Trans.




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