¿Por qué cae el Riesgo País?

El programa económico de Fernández generó un cambio positivo en las expectativas del mercado financiero e inversores. Responsabilidad fiscal, voluntad de pago de deuda y rápida renegociación, los pilares.

El Riesgo País cayó por debajo de los 1.800 puntos básicos por primera vez desde agosto. Las expectativas positivas de mercado financiero y de los inversores extranjeros parecen empujar una mejora en los bonos y las acciones nacionales que también repercute en una caída en el índice de riesgo.

Por un lado la aprobación de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva generó señales positivas en los inversores, que además descuentan un proceso de renegociación de los vencimientos de la deuda en los primeros meses del 2020.

A su vez, durante la última semana, el impulso de los bonos coincidió con el cierre impositivo del año, ya que el Impuesto a Bienes Personales (IBP) no grava la tenencia de activos soberanos. A lo que también se sumó la suba en la alícuota del IBP que contempla la nueva Ley de Emergencia.



Cabe recordar que durante septiembre el Riesgo País alcanzó los 2.600 puntos – la cifra más alta desde 2005 – y en tan solo tres meses registró un desplome de casi 800 puntos básicos, apuntalado principalmente por un cambio en las expectativas que produjo la nueva gestión nacional.

En la anteúltima jornada del año el índice medido por el JP Morgan descendió hasta los 1.770 puntos, cifra similar a la del 15 de agosto cuando alcanzó los 1.739.

En suma: hubo una reacción muy positiva de los mercados por los efectos del paquete fiscal que contiene el plan económico delineado por Alberto Fernández y su equipo. A dicha percepción se suman señales de una rápida renegociación de los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional y acreedores extranjeros.

En este sentido, el mercado vislumbra que el plan de Fernández contiene proyecciones de quita de deuda mucho más bajas que las esperadas, y que a la vez existe una firme voluntad de pago en los títulos públicos para evitar un nuevo default. Las señales tanto en público como en privado del gobierno a los inversores y a los acreedores son bastante menos duras y muestran un sesgo bastante más ortodoxo que lo esperado.

Desde la city se esperaba un escenario de mayor heterodoxia, emisión monetaria y ampliación del déficit. Sin embargo se observa un programa económico con responsabilidad fiscal, lo que permitió la fuerte baja en el índice de riesgo.

Diarios Argentinos