Presupuestos militares: sin derrochar, con sabiduría

Por Igor Serebriani (“Expert”)

(Traducción y adaptación por Hernando Kleimans)


En 2020, el gasto militar ruso ascendió a 61,7 mil millones de dólares. Según el informe anual del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), publicado este lunes, esta cifra es un 2,5 % mayor que en 2019, y este es el segundo año consecutivo en que el gasto de defensa de Rusia ha crecido.

Como resultado, en términos de gasto militar absoluto, Rusia se ubicó entre la quinta posición de Gran Bretaña ($ 59,2 mil millones) y la medallista de bronce India ($ 72,9 mil millones). Los cinco países principales representaron el 62% de todo el gasto militar mundial, que asciende a $ 1 billón 918 mil millones.

Las dimensiones absolutas en esta área, sin embargo, dicen poco. Mucho más importante es en qué se gasta exactamente el dinero: en muebles en las oficinas de los generales y rutinario mantenimiento de la preparación de combate o en el desarrollo de sistemas de armas avanzados.

La participación de los costos militares y relacionados con ellos en relación con el PIB nacional (la llamada carga militar) durante el último año aumentó en Rusia en un 0,5%. Esta es la segunda tasa de crecimiento más grande del mundo después de Arabia Saudita, donde el indicador fue del 0,6%. El tercer lugar lo ocupó Israel (0,4%), el cuarto, Estados Unidos (0,3%).

Debido al hecho de que la pandemia, según el FMI, provocó una caída del 4,4% en el PIB mundial, la participación del gasto militar en él aumentó al 2,4%, es decir 0,2 puntos porcentuales más en comparación con 2019. Este, señala el SIPRI, es el repunte más pronunciado desde 2009, cuando el mundo también atravesaba una crisis económica y financiera.

El presupuesto militar nacional, y con él la carga militar, cayó en 2020 como porcentaje del PIB en Brasil, China y Corea del Sur, ya que estos países redirigieron parte de sus fondos de defensa para combatir la pandemia. Uganda registró el mayor aumento en los gastos como porcentaje del año pasado, allí el costo de los armamentos se disparó en un 46% lo que, sin embargo, no convierte a este país africano en una superpotencia.

Arabia Saudita, mencionada en el informe SIPRI como ganadora del primer lugar en términos de carga militar en 2020, viene confirmando la veracidad de las conclusiones de los expertos durante varios años. El ejército saudí, que está armado con 1.100 tanques Abrams estadounidenses, no ha podido hacer frente a los rebeldes en Yemen desde 2015. Los hutíes, armados con equipo de la Segunda Guerra Mundial, no se mencionan en absoluto en la lista del SIPRI. Y en vano pues es quien, junto con los talibanes, puede exhibir la capacidad de luchar con un enemigo superior en todos los aspectos.


Infraestructura y seguridad social versus defensa

SIPRI llama la atención sobre el hecho de que, en términos absolutos, el presupuesto militar ruso en 2020 resultó ser incluso un 6,6% menor de lo planeado en el proyecto original y esto en el contexto de un aumento global del gasto militar en un 2,6%. Pero esto no impidió que los desarrolladores militares rusos probaran con éxito las últimas armas.

El 20 de abril de 2020, el Ministerio de Defensa ruso recibió el primer complejo no tripulado “Orión” de tres vehículos.

El 12 de junio de 2020, el crucero submarino misilístico “Kniaz Vladímir” fue incorporado a la Flota de Guerra rusa.

En el otoño de 2020, el misil hipersónico “Zircón” se probó con éxito.

El 25 de diciembre de 2020, el primer caza en serie de la quinta generación, el “Su-57”, fue entregado a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas.

Se agregaron cinco bombarderos estratégicos “Tu-95MSM” modernizados a la tríada nuclear rusa en 2020.

Ya en 2021, el 26 de abril, Rusia probó con éxito un nuevo misil, que se pondrá en servicio en el sistema de defensa antimisiles y antiespacial.

En los Estados Unidos, el gasto militar en 2020 aumentó un 4,4%, a $ 778 mil millones, que es el 39% de todo el gasto militar en el mundo. Es cierto que de 2011 a 2018, el presupuesto militar de EE. UU. se redujo anualmente, por lo que ahora el Pentágono se está poniendo al día. En China, enfatiza el SIPRI, el presupuesto militar se redujo por última vez hace 26 años; ningún país del mundo ha estado inyectando dinero en su complejo militar-industrial durante tanto tiempo sin descanso.

Sin embargo, con una diferencia de casi 12 veces en los presupuestos militares que no favorecen a Rusia, las fuerzas armadas rusas logran, además de mantener la paridad estratégica con los Estados Unidos, superarlos en varias áreas.

Esto sugiere una vez más que las cifras abstractas del gasto militar no reflejan lo que está sucediendo en la economía militar, enfatiza Vladimir Kozin, miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Militares de Rusia.

“Las cifras absolutas de la carga militar no permiten comparar adecuadamente las capacidades de defensa de los países, porque estos gastos se ahogan en ítems que nada tienen que ver con el desarrollo militar y el mantenimiento de la preparación para el combate de los potenciales militares. Mucho más importante es la eficacia con la que se utilizan los fondos asignados para la defensa y dónde se asignan exactamente. En esto, Rusia definitivamente está por delante del Pentágono, ya que es más efectivo”, afirma el experto.

Los costos indirectos, lejos de la tarea de garantizar la seguridad del Estado como tal, incluyen, por ejemplo, el mantenimiento de grupos de ataque de portaaviones y, lo más importante, una enorme infraestructura de más de 800 bases militares estadounidenses en todo el mundo, recuerda Kozin. El especialista militar llama la atención sobre el hecho de que Estados Unidos tiene en el extranjero de forma permanente sistemas de defensa antimisiles terrestres y aviones con armas nucleares tácticas a bordo, en este último caso, en el territorio de cinco estados extranjeros. Además, parte del gasto militar estadounidense pasa por asignaciones "cerradas", es decir, secretas, del Departamento de Energía, que está relacionado con las armas nucleares.

Además, una gran parte del presupuesto del departamento militar estadounidense se compone de costos que no tienen relación directa, y en gran parte incluso indirecta, con el mantenimiento de la capacidad de defensa del país. Estos son, por ejemplo, pensiones militares, beneficios sociales, mantenimiento de la infraestructura doméstica de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Kozin también señala los valores dispares de los salarios del personal militar estadounidense y ruso. "El salario del ejército estadounidense y su contraparte rusa difiere en ocasiones y estos costos también están ocultos en el presupuesto militar del Pentágono -subraya-. En general, los ítems en el presupuesto del Ministerio de Defensa ruso son mucho más económicos. En el departamento militar estadounidense se considera una práctica completamente normal comprar bienes, servicios, componentes, etc. a precios diez veces superiores a su costo en el sector civil. Todo esto se suma a cifras astronómicas de gasto para Estados Unidos, que al mismo tiempo no brindan su superioridad en tecnología. Basta recordar los mismos proyectos hipersónicos”.

Según su evaluación, “si hace un par de años los estadounidenses gastaban tanto en fines militares como un total de seis países con las mayores capacidades militares, ahora el Pentágono está invirtiendo en el sector castrense tantos dólares como diez de esos estados combinados para el mismo propósito. Este ‘top ten’ incluye, por cierto, a todas las demás grandes potencias” enfatiza Kozin.

 

Un pesado rublo militar

Cada rublo invertido en el complejo militar-industrial ruso produce rendimientos muchas veces mayores que un dólar invertido en el complejo militar-industrial de Estados Unidos, dice Kozin. Las razones de esto son subjetivas y objetivas. La necesidad de mantener la paridad estratégica con una superpotencia hostil, disponiendo de recursos mucho menores, está empujando a Rusia a encontrar respuestas asimétricas a los desafíos en la esfera militar.

Rusia es capaz de resolverlo precisamente porque el poder adquisitivo doméstico del rublo "militar" ruso es muchas veces mayor que el del dólar estadounidense. Si comparamos los presupuestos militares de Estados Unidos y Rusia por este indicador de tipo de cambio, entonces la diferencia entre ellos ya no será tan significativa, dice Ruslán Pujov, director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías (CAET).

“Cuando los Estados Unidos se involucraron activamente en dos guerras, en Irak y en Afganistán, el presupuesto militar estadounidense era mayor que el de todos los demás países del mundo juntos. Hay que pagar por las ambiciones político-militares globales, no hay nada de sorprendente en esto. Pero no importa cuánto se esforzaron en el SIPRI, es casi imposible sacar una conclusión sobre las capacidades militares reales de este o aquel país a partir de las cifras abstractas de gasto militar. No existe una correlación directa entre estos indicadores y nadie en el Universo la encontrará”, es contundente Pujov.

El rublo militar es mucho más "pesado" que el mismo rublo civil convencional. Teniendo en cuenta la paridad de poder adquisitivo del rublo y el dólar, la brecha en el apoyo financiero de las ambiciones militares rusas y estadounidenses ya no será once veces, sino sólo cuatro o cinco veces a favor de Estados Unidos, estima Pujov enfatizando, sin embargo, que estos cálculos se realizan de forma espontánea.

“Por un dólar, el Pentágono puede adquirir servicios y equipamientos militares varias veces menos que el Ministerio de Defensa por 75 rublos (u$s1=75 rub). Armas comparables por sus características tácticas y técnicas cuestan en el presupuesto ruso varias veces más barato que en el estadounidense. En términos relativos, por el mismo dinero podemos suministrar a las tropas varias veces más equipo que los estadounidenses, por supuesto, no de diez a once veces, pero al menos…”, explica el experto militar.

Konstantín Makienko, adjunto de Pujov en el CAET, continúa: “las cifras publicadas por SIPRI sobre el crecimiento de la carga militar para Rusia están asociadas no sólo y no tanto con el aumento absoluto del gasto militar en el presupuesto federal, sino con la caída en el PIB en 2020 por las consecuencias de la pandemia”.

“La economía civil se ha contraído debido a la pandemia, mientras que el gasto militar se ha mantenido intacto o incluso ha aumentado. En consecuencia, debido a estas ‘tijeras’, su participación en el PIB aumentó. Además, el gasto militar en rublos puede incluso disminuir, pero si el PIB cae a un ritmo superior, la carga militar sobre la economía seguirá creciendo”, explica Makienko.


Luchan no por la cantidad de dinero, sino por la capacidad de gastarlo

Los informes del SIPRI sobre los presupuestos militares de los países se reciben entre los expertos militares con bastante escepticismo, admite Víktor Murajovsky, miembro del Colegio de la Comisión Militar-Industrial de Rusia.

“La capacidad de defensa de cada país específico, las capacidades de sus fuerzas armadas no se derivan directamente del tamaño de su presupuesto de defensa. Entre los cincuenta parámetros por los cuales los especialistas en ciencias militares determinan el potencial de combate del país, los gastos presupuestarios se encuentran cerca del final de la lista”, advierte.

El primero en el orden de factores que afectan la capacidad del estado para defenderse de manera efectiva es, para Murajovsky, el estado de las fuerzas de disuasión nuclear estratégica, la posibilidad de crear agrupaciones militares autosuficientes en direcciones estratégicas, el grado de saturación de las tropas con armas modernas, la capacidad de controlar la industria aeroespacial, y hoy también el ciberespacio. Incluso el tamaño de las fuerzas armadas está en el segundo lugar de la lista.

Por cierto, el presidente Vladímir Putin en su discurso ante la Asamblea Federal comunicó que, a fines de 2020 la proporción de armas modernas, equipos militares y especiales en las Fuerzas Armadas de Rusia fue llevada al 70 por ciento.

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