¿Qué pasa con los celos en la pareja?

Por: Walter Ghedin


Los celos son sensaciones molestas e inquietantes que causan crisis en las parejas, algunas severas e irreversibles. La experiencia de celos se basa en la sospecha seguida de intranquilidad y reclamos de que la persona amada cambie su cariño o amor poniéndolos en otra persona. 

Como los celos forman parte de nuestro mundo afectivo/emocional la expresión de los mismos va desde bajos niveles a altos niveles, en el medio existe una gama de posibilidades. 

Otro tema es el tiempo que duran los celos: puede ser por un período breve o prolongarse en tiempo lo cual nos habla de una base de personalidad que predispone a su cronicidad. 

Los celos están presentes en todos los seres humanos y remiten a la niñez, específicamente al proceso de individuación, es decir, cuando nos reconocemos como seres autónomos, separados de los demás. Aceptar que “el otro” tiene una vida propia es un trámite complejo que puede durar toda la vida. 

A la persona celosa le cuesta aceptar que el otro —mucho más el ser amado— es independiente y puede diversificar sus afectos en diferentes vínculos: hijos, padres, amistades, exparejas, etc. El celoso quiere exclusividad, ser poseedor único del amor. Por lo tanto, se constituye como una forma de dependencia que subestima las capacidades propias en pos de que el amor, la atención, las recompensas afectivas provengan siempre de otro, quien adquiere la figura del típico proveedor. 

Los individuos celosos dicen amar y emocionarse por la presencia del otro, sin embargo se entiende que el amor es autonomía y el otro no completa ninguna falta. El amor del celoso es un amor de carencia, es decir que el otro completa vacíos que la fantasía de desapego activa. 


Celos y desconfianza en la pareja

El amor de carencia es una forma de amor pasional que despierta sentimientos ambivalentes de amor/odio. El sentimiento queda subordinado por los impulsos y ansiedades que despierta la sospecha. Y cuando aparecen la racionalidad no es suficiente para frenar la suspicacia ni las conductas resultantes. Una pareja embargada por los celos pierde la paridad, la equidad que debe existir para aceptar la autonomía, la historia previa de cada uno y los deseos de proyección hacia un futuro. 

El presente se convierte en un desagradable acto de incomunicación, ocultamiento de acciones inocentes y discursos vanos. Y todo para no despertar la más mínima sospecha. En el caso de la persona celosa su preocupación es el afecto que su partenaire puede dispensar a los demás,fundamentalmente alguien atractivo o con dotes de ser una competencia. Los celos recortan la figura del otro a sus aspectos más amenazantes, perdiendo de vista la integridad de la persona. Y aunque sepa que su pensamiento es absurdo no puede quitárselo de la cabeza. 


Celos y género

Existen diferencias de género en la expresión de los celos. Las mujeres son más sentimentales: primero sufren, luego aparecen las ideas que las subestiman: “perdí el atractivo”, “se aburrió de mí”, y las de desconfianza: “debe estar con otra”, “ahora cambió el look, se hace el pendex, algo debe ocultar”. 

Los hombres celosos, por lo tanto desconfiados, son rígidos en sus pensamientos. Se valen de categorizaciones generales: “las mujeres se dejan convencer fácilmente”, “la prioridad es la casa y los hijos, después el trabajo”, “los hombres son más sexuales que las mujeres”, etc. Casi siempre se muestran esquemáticos y predecibles. Se basan en modelos que aprendieron de sus mayores y los reproducen con eficacia. Los hombres desconfiados valoran las normas de cortesía, caballerosidad, protocolo y halagos a las damas. Sin embargo, un mínimo movimiento “en falso” de parte de ellas puede ser motivo de sospecha.


Sexo, celos y sospechas

Cuando en la pareja hay un celoso, la sexualidad sufre reveses:disminución del deseo; malestar a la hora de hacer el amor; irritabilidad;condicionamientos por fallidas experiencias anteriores; dificultad para la entrega, la  relajación  y el goce del sexo; temor de ser abandonado, etc. Los celosos se irritan con facilidad alterando el encuentro sexual. Cuando se instala la sospecha son capaces de organizar pesquisas con el fin de agarrar “in fraganti” al compañero/a. Revisan mensajes, E-mails, papeles, y están atentos a cualquier movimiento de la pareja. 

A la hora de tener sexo la idea de celotipia puede estimularlos,mezclándose el impulso sexual con ira y desinhibición. También expresan fantasías como nunca lo habrían hecho: “Te gustaría que te coja otro”, “quién te está cogiendo” o “quién te coge mejor”. Como vemos pueden no tener inhibiciones a la hora de probarse en la cama; sobre todo si existen factores que debilitan al compañero. Se nutren de la impotencia ajena para estimularse.Muy atrás ha quedado el austero cortejo. El refinamiento de la acción ha dado paso a un ser inescrupuloso. Rechazan todo tipo de propuestas eróticas del partenaire por considerar que existen intenciones “dudosas” en las mismas. “Me quiere probar”; “quiere hacerme impotente así encuentra motivos para  pelear”; “debe tener un amante y me está comparando”.


Tips para mejorar los celos en la pareja


·       Los celos cierran la percepción de uno mismo y de los demás. Valora todas tus capacidades y las ajenas. No te cierres a unos pocos datos que obtienes del otro.

·       Piensa que todos los vínculos son diferentes. Tú también te modificas con cada relación.

·       No utilices patrones o supuestos para valorar o categorizar a las personas. Las categorías limitan. Cada relación es un mundo a descubrir.

·       No transformes la presunción en certeza. Todos tenemos intuiciones al conocer a otro. El tiempo y el compromiso mutuo permiten desestimarlas o confirmarlas.  

·       Acercate al otro sin supuestos previos. Concéntrate en tus sensaciones. El otro está para brindarte placer, no intentará violentarte ni sacar partido de la relación.

·       Tenés que relajarte, dejarte llevar; esto evitará que tengas pensamientos intrusos.

·       Brindale a tu partenaire lo mejor de ti. Prueba en cada relación mejorar la ternura y el erotismo.

·       No esperes que se genere un conflicto para aumentar el grado de excitación. No es la mejor manera de incrementar la tensión erótica.

·       Descarta pensamientos de celos. No especules con la experiencia sexual del otro. Piensa que tu pareja está haciendo lo mejor, desplegando su “saber sexual” para que tu  goces.

·       Acepta que la sexualidad no debe estar atada a ninguna norma, más que el acuerdo y el respeto mutuo entre sujetos adultos. 

 

 


*Dr. Walter Ghedin. Médico Psiquiatra. Psicoterapeuta.

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