¿Quién mató a la Sra. X?

Episodio 6. Una secuencia de pasos – Parte III.

Episodio 6. Una secuencia de pasos – Parte III.

Episodio 5


“Ah, otra vez con este tema”, Andrea también sabía que estaban volviendo a una polémica entre ellos, “Hay millones de maneras para informarse, si la gente no se informa es una elección de ellos. Además, hay temas que son demasiado específicos como para ser llevado un público masivo. Muchos hacen como que quisieran entender, pero después no quieren hacer el esfuerzo de seguir discursos un poco más complicados o de aprender un poco más de matemática.1 No me gusta cuando me preguntan explicaciones, se las doy y me interrumpen diciendo ‘ah, yo no entiendo nada de estas cosas, a mi no me da la cabeza, y bla bla bla’. La matemática es simplemente un lenguaje que, como todos los lenguajes refleja una lógica y por eso tiene reglas. No es nada más que un idioma. Hay gente que aprende el francés, otros el ruso y otro el árabe. No entiendo porque la facultad de Matemática espanta más que la de Idiomas. Más si tenemos en cuenta que en la vida cotidiana  te sirve más un buen curso de lógica y aritmética que un curso de francés”, Andrea casi se puso molesta.

“Bueno, es claro que hay que aprender cómo contar las cosas, y te doy razón sobre la matemática como lenguaje y sí, te doy razón también en que el interlocutor se rehúsa a entender, pero todo esto hay que mirarlo como un hecho cultural, no tomárselo de forma  personal.”

“¿Cultural en qué sentido?”.

“El mensaje de que la ciencia es difícil y que no todos la pueden entender es más un factor cultural que un límite de la inteligencia de la mayoría de la personas. Ni vos ni yo somos más inteligentes que las personas con las cuales salimos o que conocemos.”

“Bah, que algunas sí.”

“Jajaj, sí, puede ser, de algunas sí, así como somos más estúpidos que otras, pero no es este el punto. El punto es que instalar en el sentido común la idea de que la ciencia es difícil y que pocos la pueden entender es un acto político de control. Desde siempre el saber fue poder, y la ciencia y la tecnología son dos poderes económicamente y políticamente muy relevantes. Limitar el acceso a este saber y hacerlo a través un mecanismo de auto exclusión, donde los mismos ciudadanos se consideran incapaces de entender, es la manera más democrática de no ser democráticos en el uso de la tecnología. No creo que sea una conspiración planeada en tiempos modernos, la ignorancia es una vieja estrategia del poder. ”

“Bueno, ahora no te vayas por las ramas” se rió Andrea.

“Está bien, piénsalo, la tecnología, o mejor dicho,  la técnica, como saber apto para transformar la realidad que rodea el hombre, nace antes que  la ciencia, entendida como estudios sistemáticos de las causas de los fenómenos naturales, y en todas las culturas antiguas, los detentores de algún saber técnico siempre recubrieron roles de liderazgo y la tecné se conectaba con poderes divinos. Mira todos los mitos griegos al respecto, desde Prometeo a Icaro.2 El saber tecnológico era un privilegio divino y llevarlo al mundo de los hombres era un acto de soberbia, hibris,3 que se sancionaba con castigos horribles. Era algo que tenía que ser evitado por la mayoría del pueblo. Por otro lado, hasta los filósofos más conocidos, Sócrates o Aristóteles consideraban la tecné como un saber de segundo orden, peligroso porque cambiaba la naturaleza de las cosas, el fin con el cual las cosas eran creadas, y algo que corrompía el alma porque alejaba de los pensamientos más altos, tal como la ética y la política.4 De todas formas, no era recomendable para el pueblo.”

“Bha, no sé de qué me estás hablando, Sócrates, Aristóteles, , siempre tienes  que salir con esas cosas. Yo veo que ahora se está haciendo bastante para promover el estudio de las materias científicas, todos los programas para favorecer las formaciones en el campo de STEM.5

“Esto es algo reciente y creo que la necesidad no surge de una voluntad de alfabetizar a los ciudadanos en esta materia, si no más  bien de la aceleración sin antecedentes del desarrollo científico tecnológico de nuestras sociedades. Simplemente se necesitan más trabajadores de la ciencia para seguir acelerando. Demuestra cuán fundamental es tener, en cuanto a país, buena competitividad en el desarrollo tecnológico para poder competir también políticamente. ¿Qué hora es?”

“Casi las once y media. ¿Por qué?”

“Es que tengo que salir en un ratito para hacer algunos trámites”

“Bueno, yo sigo trabajando aquí . Contigo las conversaciones terminan siendo siempre muy raras... y largas. Hoy fue el capítulo de los griegos.”

“Creo que hasta en las sociedades actuales, en la percepción y construcción y difusión del conocimiento científico y tecnológico hay algo de lo que te comenté de los antiguos griegos, por ejemplo en esta idea, que todavía se conserva en algunos contextos o en algunos movimientos y organizaciones, de que la tecnología es un mal en sí misma y que desvía el hombre, como si fuese, absurdamente, algo lejano del hombre. Al mismo tiempo fascina, como en los tiempos románticos, posteriores al iluminismo... esa actitud la veo mucho en los pseudocientíficos.6 Junto a estas dos percepciones convive la visión positivista por la cual la ciencia es la única verdad, visión que lleva otra parte de la sociedad a poner a la ciencia por encima de otros saberes, y que nos  induce a nosotros como científicos a ponernos sobre una torre de marfil, admítelo.”

“¿Tú  no tenías que irte?” lo interrumpió Andrea, que en ese momento no tenía ganas de continuar con  la conversación que ya habían tenido otras veces.

“Si, tienes razón”, Elio también sabía que ya habían hablado de eso.

“Ah, antes de que me olvide, traje algo para Zoe. ¿Mañana puedo pasar por tu oficina para dejarte el regalito?” propuso Elio.

“Ay, no hacía falta, igual te agradezco. yo tengo un experimento mañana después del almuerzo. Si quieres vente mañana a la mañana, ¿puedes?” ofreció Andrea.

“Uy, ¿no muy temprano, ok?”

“Bueno, ¿todavía tienes el horario inglés, no? ”

“Sí ” se rió Elio, “te veo mañana.”


Sobre la autora

Francesca Battista obtuvo su doctorado en Física Cuántica en la Universidad de Lund, Suecia, en 2013. Trabajó como investigadora en Alemania y en Argentina donde también se desempeñó como docente de Física de la Universidad de Buenos Aires y en colegios internacionales.

En 2018 completó la Especialización en Comunicación Pública de Ciencia y Tecnología en la Universidad de Buenos Aires. En 2019, con Ediciones en Danza, publicó el libro de poemas La mujer in-visible

Recientemente se mudó a los Estados Unidos para continuar sus estudios en Ciencia Tecnología y Sociedad en la Universidad Virgina Tech. En su tiempo libre le gusta nadar, bailar, viajar y escribir su blog.


Ilustración

Mercedes Roch


REFERENCIAS

1. En el articulo A mirror for science, Sheila Jasanoff (Jasanoff, 2014) y publicado en la misma revista Public Understanding of Science critica el modelo de déficit utilizado en la comunicación de la ciencia. Un modelo, según Jasanoff, que percibe 'la ciencia separada desde su publico por una pared de ignorancia e indiferencia' y que vee en el lector no especializado un público pasivo, en posición inferior. La autora critica trabajos iniciales como lo de Bodmer y Wilkins (Bodmer, 1992) cerca de programas de comunicación de la ciencia que veen el público como estático y pasivo, y promueve una visión de la sociedad como activa y dinámica, capaz de entender la ciencia frente a controversias que puedan surgir y participativa en la toma de decisiones.

2. El mito de Prometeo narra la historia del titán que habría robado el fuego a Zeus para devolverlo a los humanos. Ante dicha impertinencia, Zeus creó una mujer de arcilla a la que llamó Pandora y se la presentó a Epimeteo, hermano de Prometeo, quien se enamoró perdidamente de ella. Para su boda, Zeus les otorgó una caja que contenía todas las desgracias del mundo y cuando Pandora la abrió, ellas se expandieron. Por su parte, Prometeo fue encadenado y se envió a un águila para que todos los días le comiera el hígado, el cual volvía a crecer cada noche.
Por su parte, según la mitología griega, Ícaro y su padre Dédalo se encontraban encerrados en la isla de Creta por orden de Minos. Debido a que el rey Minos controlaba tanto el mar como la tierra, la única opción de escape la constituía el aire. Por ese motivo, Dédalo decidió construir unas alas, similares a las de un pájaro, para que él y su hijo pudieran escapar. Una vez que las alas estuvieron listas, Dédalo le enseñó a Ícaro a volar y le explicó que no debía volar demasiado alto porque el sol podía derretir la cera con que habían sido unidas las plumas para formar las alas. Sin embargo, una vez que volaron fuera de la isla, Ícaro desoyó los consejos de su padre y, tal como este había anunciado, las plumas se despegaron. Así, ya sin alas, cayó al mar. Dédalo lloro por su hijo pero no pudo hacer nada para salvarlo. Una vez en Sicilia, construyó un templo a Apolo y colgó las alas que él mismo había construido como ofrenda. 

3, La moral griega estaba regulada por los términos medios.  En este sentido, la 'hibris', traducida como 'desmesura', se relaciona con la transgresión hacia las reglas que los dioses imponen sobre los mortales, lo cual provoca un desequilibrio y por ello hace enfurecer a los dioses que pueden lanzar diversos castigos contra la humanidad.

4, Mitcham (1990) y referencias allí citadas.

5. STEM es el acrónimo ingles para  Science, Technology, Engineering and Mathematics, es decir, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática.

6. La conexión entre el desasosiego romántico hacia la ciencia (Mitcham, 1990) y la actitud de los movimientos pseudocientíficos hacia la misma se desarrolla en el capítulo siguiente.

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