Se aprobó el protocolo para la vuelta a clases: ¿cuándo y cómo será?

La norma fue aprobada por el Consejo Federal de Educación. Plantea exigencias generales para dos etapas: acciones previas y durante la reapertura. Luego, cada provincia podrá presentar reglamentaciones propias.


El Consejo Federal de Educación, integrado por el ministro de Nación Nicolás Trotta y sus pares de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, aprobó por unanimidad el protocolo para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria, a través del cual se fijan las pautas y recomendaciones que permitirán a cada distrito elaborar planes progresivos que garanticen el regreso a las escuelas en el contexto de la pandemia de coronavirus.

La fecha pensada para el retorno a las aulas en todo el país es en agosto, salvo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Ciudad y el Conurbano bonaerense) y Chaco, las zonas que registran la mayor cantidad de contagios de la Covid 19. Sin embargo, se trata solo de un plazo estimativo, ya que eso dependerá de la situación epidemiológica en cada provincia. 



Además del protocolo general, cada distrito podrá elaborar reglamentaciones propias como complemento al documento consensuado, que deberá ser aprobado por el Ministerio de Educación de Nación.

Basicamente se avanzará en un sistema "mixto" o "bimodal", con el cual se articularán las clases presenciales y el trabajo en los hogares. Habrá una división de los grados que concurrirán en forma alternada, y la prioridad para el regreso la tendrán los últimos cursos de los niveles, tanto de primaria como de secundaria.

La resolución fue votada en una reunión virtual en la que participaron los ministros de Educación de las 23 provincias y la Ciudad, representantes de la comisión de educación de las cámaras de Senadores y Diputados, autoridades de los sindicatos docentes, y representantes del Consejo Interuniversitario Nacional y del Consejo de Rectores de Universidades Privadas.


Los detalles del protocolo

El protocolo aprobado fue elaborado por el Consejo Asesor para el regreso presencial a las aulas que asiste a la cartera de Educación nacional. Se trata de órgano que preside el científico y director del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), Diego Golombek, y que está compuesto por ministros provinciales, sindicatos docentes, representantes de colegios privados y especialistas en infectología, seguridad e higiene y pedagogía.

En el protocolo establecen un conjunto de pautas para el retorno a las clases presenciales basadas en criterios sanitarios y de seguridad en el trabajo, como así también de organización escolar y pedagógica. 

Consta de dos etapas: la preparación para la reapertura de las escuelas y la aplicación de las pautas una vez que se produzca el retorno. La primera fase contempla la capacitación a todo el personal docente y no docente para la “nueva normalidad”. Además, las escuelas deberán contar con los insumos básicos de higiene, asegurar agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura. 

Acciones previas a la reapertura

"Gestionar elementos de protección y limpieza: evaluar incumbencias del sector salud en cooperacióncon las áreas de infraestructura, seguridad e higiene; tipos de productos e insumos por metro cuadrado, por personas y características particulares", reza uno de los puntos del protocolo.

También los establecimientos escolares deberán "acondicionar los espacios para asegurar el distanciamiento mínimo entre las personas", de 2 metros en los espacios comunes y de al menos 1,5 metros en las aulas. También deberán "definir un espacio para aislar a estudiantes y trabajadores en caso de que presenten síntomas de COVID-19".

"Aquellos establecimientos que no cumplan con estas pautas mínimas deberán postergar el regreso. Los protocolos son cumplibles. No son disparatados para la realidad argentina. Cada jurisdicción podrá hacer los ajustes pertinentes, pero estas son las pautas mínimas", remarcó Trotta esta semana al hablar de este punto.

De acuerdo a las autoridades, no hay margen para ampliar la infraestructura escolar, por lo cual los grados concurrirán en forma alternada. Es decir, habrá una parte del ciclo lectivo que se llevará adelante en las aulas (cada provincia deberá determinar cuántos días de la semana concurrirá cada curso a las escuelas, de acuerdo a la infraestructura con la que cuenta cada establecimiento), y otra parte se mantendrá a distancia.

Acciones durante la reapertura

Una vez que se inicie el regreso a las escuelas será obligatorio el uso de tapabocas en primaria y secundaria tanto para alumnos como para docentes en todo momento, en las aulas y en los espacios comunes. Los docentes, incluso, podrán agregar una máscara para mayor protección. Estarán prohibidos los eventos o celebraciones masivas y se insistirá en la necesidad de limpieza y desinfección constante.

Cada provincia deberá determinar "protocolos jurisdiccionales de ingreso y egreso de las instalaciones". Un punto clave en esto será el transporte público, ya que más del 25% del movimiento, sobre todo en las regiones metropolitanas, se corresponde con la actividad escolar. Por eso, se promovería el escalonamiento en los horarios de ingreso y salida de los establecimientos para no saturar el transporte ni generar aglutinamientos en los accesos.

Otro de los puntos que exige el protocolo es "implementar protocolos de actuación ante la confirmación de un caso o de un contacto estrecho con un caso confirmado de cualquier persona que haya estado en el establecimiento educativo, detallando
cómo proceder y estableciendo mecanismos de comunicación que preserven la privacidad".

En ese sentido, lo que se plantea a nivel general es que ante un caso confirmado o sospechoso "se suspenderán las clases por un día para realizar desinfección exhaustiva" y "todo el grupo al cual pertenece el mismo deberá abstenerse de asistir a clase hasta que se confirme o descarte la infección con SARS-CoV-2". De confirmarse, "el grupo de alumnos/as deberá considerarse contacto estrecho del caso confirmado y, en consecuencia, respetar el aislamiento durante CATORCE (14) días".

Para aquellas alumnas y alumnos que no puedan asistir a las aulas por algún motivo de fuerza mayor (por ejemplo ser paciente de riesgo), cada jurisdicción debe desarrollar "actividades de continuidad pedagógica no presencial, propiciando condiciones de equidad".

También deberán "pensar alternativas para la organización o la habilitación de espacios no escolares de intercambio de la comunidad y espacios de encuentro de estudiantes, considerando la fase epidemiológica de cada localidad/ciudad, apoyando la gestión de espacios virtuales y generando alternativas con los protocolos necesarios".

Al reconocer los sentimientos que puede llegar a generar el retorno a las aulas en el contexto de la pandemia, el protocolo recomienda que entre las campañas de campañas de comunicación destinadas a estudiantes, familias y cuerpo docente se incluyan "mensajes que contemplen el reconocimiento de emociones (miedo, angustia, incertidumbre, entre otras) y el manejo de estas frente al regreso a clases de niños, niñas, adolescentes y jóvenes; familias, docentes y no docentes".


Protocolo para el regreso a clases by El País Digital on Scribd


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