Todo por el mismo precio: show, deuda y más espionaje

Las políticas redistributivas del Gobierno enojan a la oposición, mientras que una comitiva liderada por Martín Guzmán intenta surfear los males de la herencia que los ahora indignados dejaron: la deuda.

El programa de viaje de Egresados que anunció el gobernador Axel Kicillof la semana pasada desató una fuerte polémica en el escenario político que desembocó en intimidaciones, victimizaciones y en la nueva, ya casi recurrente, apelación al show mediático por parte de la dirigencia opositora. Mientras esto ocurre, una comitiva encabezada por Martín Guzmán se encuentra negociando los terminos del acuerdo por la deuda que contrajo el Gobierno de Cambiemos y la AFI de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani recibió otra denuncia por espionaje ilegal. Por estas latitudes se aburre el que quiere...

Subsidios sí, subsidios no

"Se preocupan por viajes egresados los mismos que no se preocupaban por paraísos fiscales", fustigó Axel Kicillof tras las críticas reicibidas por el plan de viajes de egresados gratuitos que beneficiará a 220 mil adolescentes de la provincia de Buenos Aires. El anuncio que realizó el viernes pasado en Villa Gesell despertó la indignación de los dirigentes y candidatos de Juntos por el Cambio que no tardaron a manifestar su rechazo a la política pública en las plataformas mediáticas afines. 

Kicillof, por su parte, explicó que la iniciativa busca generar trabajo y actividad, reactivando así la economía de los pueblos y las ciudades. "Es una medida encaminada a apuntalar a los sectores más afectados” por la pandemia apuntaló el gobernador, que tiene como respaldo probatorio el éxito del programa #Previaje que se vio en los últimos días. Pero las argumentaciones del mandatario no calmaron las ansias beligerantes de sus contrincantes políticos.

"Si la plata de los viajes de egresados fuera a la producción, ¿por qué no se la dan entonces a los productores? Esto luce como un subsidio demagógico para pibes que no los van a votar, justo a 20 días de las elecciones", sentenció el mediático economista y ahora postulante de Juntos por el Cambio, Martín Tetaz, que viene cuestionando en reiteradas ocasiones la emisión monetaria impulsada por el Gobierno nacional. Pero su actuación estelar no terminó en estas simples declaraciones, el excolumnista de Radio Mitre aprovechó su invitación al programa de Mirtha Legrand, que ahora conduce Juana Viale, para desplegar una performance con billetes (emulando un recurso que ya fue utilizado por Donald Trump en Estados Unidos) y lucir una remera que decía "Platita". ¿Sabrá Tetaz que una de las políticas que desplegó Mauricio Macri, referente del espacio que él representa, repartió 584 millones de dólares (de aquel entonces) en préstamos Argenta entre las PASO y las generales de 2017? 

Otro de los ecos del anuncio de Kicillof fue el que protagonizaron el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el dibujante Nik. El funcionario respondió, de manera indebida para el lugar que ahora ocupa, uno de los tuits del humorista en el que cuestionaba la política de subsidios y le dio lugar a la victimización del artista de la que se nutrieron los principales canales, diarios, radios y portales y hasta provocó un pedido de renuncia de la oposición. La forma en la que intervino Fernández termina anulando el contenido de su respuesta acerca de los subsidios, un debate necesario que vuelve a quedar pendiente y que siempre despierta el enojo selectivo que depende del destinatario del beneficio. Un ejemplo: las personas que vivieron en un casa de cartón en Guernica y recibieron 50.000 pesos para desalojar sus asentamientos generaron el año pasado el repudio casi instantáneo de gran parte de la sociedad. Sin embargo, Paolo Rocca, portador de una de las fortunas más grandes del país, pasa desapercibido en la conversación pública, pero las empresas de este buen hombre también reciben subsidios y él se hizo un pasaporte holandés para evadir impuestos.

La deuda

Allá en Washignton, lejos de este tumulto local, se encuentra Martín Guzmán y una delegación de funcionarios intentando avanzar en los términos del acuerdo con el FMI por la deuda, la generosa herencia que el macrismo dejó y que esta gestión debe resolver surfeando entre las demandas del organismo de crédito y las necesidades del mercado interno que no resiste más embates. En este tema el Frente de Todos recibió una serie de buenos augurios: el presidente Alberto Fernández sumó el respaldo de un grupo de empresarios con los que se reunió en Casa Rosada, Kristalina Georgieva, una funcionaria con la cual Guzmán tejió una estrecha relación, fue ratificada en su cargo de directora general y superó las turbulencias que la alejaban del FMI y mañana viaja a Estados Unidos el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien intentará mover sus asiduos contactos allí para fortalecer al Gobierno nacional de cara a los que viene.

Más espionaje

Por último, como frutilla del postre a este entremés del acontecer político, la Agencia Federal de Inteligencia que supo comandar Arribas y Majdalani recibió una nueva denuncia en su contra. Cuando todavía no pasó el cimbronazo por la citación a indagatoria que Macri tiene que afrontar por la causa del espionaje a familiares de las víctimas del Ara San Juan, el abogado del exintendente correntino Juan Faraone aseguró ante la Justicia que se detectaron escuchas ilegales ejecutadas por el organismo nacional de conversaciones que mantuvo con su defendido cuando este permaneció detenido en el penal de Ezeiza. Una mancha más al trigre u otra escucha ilegal para la AFI macrista.

El viraje redistributivo que emprendió el oficialismo luego de las derrota en las PASO no fue bien recibido por obvias razones por la oposición, que por un lado teme perder su caudal de votos y por otro lado repite el discurso del sector económico dominante que aduce todos los males del país a la emisión monetaria, dejando de lado la necesidad de este tipo de políticas para sectores que la pandemia terminó de noquear: el número de pobres e indigentes así lo certifica. En simultáneo, el Gobierno se juega una parada importante con el FMI que le permitirá, en caso de tener un resultado exitoso, tener una mejor perspectiva para encarar la segunda parte de su mandato. 

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