Tras la renuncia de Díaz Gilligan, ahora el foco está puesto en Luis Caputo
El ministro de Finanzas ocultó que fue accionista de sociedades offshore hasta mediados de 2015 y la Oficina Anticorrupción pidió informes a Estados Unidos. Fernando De Andreis, jefe del funcionario apartado, lo defendió: "No tiene nada que ocultar, no hay ninguna incompatibilidad".
Tras la renuncia de Valentín Díaz Gilligan por el escándalo que se generó al conocerse que había ocultado que tenía 1,2 millones de euros en Andorra, ahora el foco quedó puesto en el ministro de Finanzas, Luis Caputo, que al asumir su cargo omitió, en sus declaraciones juradas, que fue accionista de sociedades offshore hasta mediados de 2015.
Según publicaron en los últimos días los diarios Perfil y La Nación, con base en las revelaciones de los Paradise Papers, Caputo manejó el fondo de inversión Alto Global Fund, inscripto en las islas Caimán (uno de los paraísos fiscales más secretos del mundo) y fue el administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión de Miami con ramificaciones en Delaware, otra jurisdicción con secreto fiscal de los Estados Unidos.
Además, según La Nación, el ministro fue accionista de sociedades offshore creadas para administrar fondos en paraísos fiscales, según surge de documentos oficiales de la Comisión Nacional de Valores estadounidense (SEC). Por este motivo, la Oficina Anticorrupción hizo un pedido de informes a la SEC la semana pasada y remarcó que, según la ley vigente, "los funcionarios deben declarar el patrimonio que poseen al momento de asumir el cargo y sus antecedentes laborales de los últimos 3 años".
Caputo no consignó esa información en las declaraciones juradas que presentó ante la OA al asumir el cargo de secretario en diciembre de 2015 (correspondientes al período fiscal 2014) y en la de 2016 (correspondiente al inicio de 2015), antes de ser nombrado ministro.
Consultado al respecto, el funcionario negó en su momento su participación accionaria y aseguró que no tenía por qué brindar esa información. "Nunca fui propietario ni accionista de Noctua ni de Princess, sino asesor, administrador, fiduciario y/o manager, por lo que no debía declararlas ni ante la AFIP ni ante la OA, tal como manifesté anteriormente", afirmó, y agregó que cuando ingresó en la función pública dejó de prestar "cualquier servicio profesional a dichas sociedades".
Si bien es cierto que Caputo dejó de figurar en Noctua en julio de 2015, el que se hizo cargo de la compañía fue su socio Martín Guyot, que además empezó a contar con la colaboración de otros socios del ministro en la empresa Axis, otra gerenciadora de fondos con sede en Buenos Aires, que aparecieron con funciones en Noctua: Fernando Iribarne, por ejemplo, asumió como jefe de operaciones y adquirió un pequeño porcentaje de acciones. En paralelo, Axis ingresó como asociado y Noctua declaró que ambas empresas funcionaban bajo "control común".
Como si fuera poco, entre las cosas que Caputo sí declaró hay una deuda millonaria que los titulares de Axis le deben dinero por las acciones que les vendió al dejar la compañía. En diciembre de 2016, último período informado, el presidente de Axis, Carlos Planas, le debía 12 millones de pesos e Iribarne, algo más de 400 mil.
Según los documentos oficiales de la SEC, sin embargo, el titular de la cartera de Finanzas omitió declarar ante la OA que, entre mediados de 2009 y al menos mediados de 2015, fue accionista ─de manera indirecta─ de Noctua, que caracterizó en aquel momento como friends and family ("amigos y familia").
Hoy, en diálogo con radio Mitre, el secretario general de la Presidencia (y jefe de Díaz Gilligan), Fernando de Andreis, respaldó al ministro al afirmar que "no tiene nada que ocultar" y que "no hay ninguna incompatibilidad con su función previa". "En el caso de Caputo, con la tranquilidad absoluta de lo que él dice, lo que él nos cuenta y la tranquilidad de saber que no hay nada que ocultar", aseguró.
Caputo, un ganador
El domingo se conoció, a través del diario Perfil, que Noctua creció 35% desde que Mauricio Macri llegó al poder ya que, entre 2016 y 2017, los fondos de inversión en Islas Caimán que manejó el ministro con esa firma multiplicaron sus bonos de la deuda argentina.
Noctua, la empresa con sedes en Delaware y Miami de la que Caputo intenta desligarse, acumuló más de USD 356 millones en 2017, según la SEC. Solo uno de los fondos que manejó se dispararía un 147% en inversiones en tan solo siete meses.
El cambio de Gobierno y el pago a los fondos buitre significaron un gran negocio para los fondos de inversión: el capital total de Noctua pasó de USD 251 millones en julio de 2015 a USD 356,7 millones en marzo de 2017, en gran parte gracias a los bonos de deuda argentina defaulteada. También Argentina Fund, una firma dedicada exclusivamente a los bonos argentinos, pasó de reunir USD 35 millones a casi USD 87 millones, lo que equivale a un aumento del 147%.
Fue el propio Caputo el que les anticipó a los tenedores de bonos de deuda argentina, en noviembre de 2014 y a través de la cadena Bloomberg, que "un cambio en el Gobierno después de las elecciones de octubre beneficiará a los tenedores de bonos más que un acuerdo" como el que intentaba lograr el entonces Gobierno de Cristina Kirchner. En eso, al menos, no mintió.
Comentarios